Pablo Casado: "Cada voto que no va al PP es un paso más para los enemigos de la nación"
El líder del PP ha cerrado la convención nacional de su partido pidiendo el retorno de los votantes perdidos
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Ni una sola vez en su discurso de más de una hora ha mencionado Pablo Casado a Vox o a Ciudadanos. Y sin embargo, prácticamente toda la intervención del presidente del PP en esta convención que busca refundar el Partido Popular, ha ido dedicada a aquellos españoles, a aquellos votantes desencantados, que alguna vez depositaron en la urna la papeleta del PP y que ahora votan a otra formación. A ellos se ha dirigido Casado para hacerles esta pregunta: "Cambiar vuestro voto, ¿ha hecho que España se parezca más o menos al país que queréis?".
Pablo Casado ha asegurado que el PP quiere volver a ser ese partido de mayorías que un día reunió a 11 millones de votantes y ha afirmado que solo un voto a su formación garantiza el cambio: "A España no le va mejor con menos Partido Popular. Menos PP ha sido más radicalismo, más Otegi. Cada voto que no va al PP es un paso más para los enemigos de la nación".
Ha recordado aquel congreso fundacional del PP de hace 30 años, al que ayer hizo referencia José María Aznar, y lo ha hecho para recordar que, entonces, "conservadores, liberales y demócratas cristianos se unieron para aglutinar todo el espacio a la derecha del PSOE". Porque, según ha asegurado Casado, "no se puede unir España desuniendo el voto. Hay que volver a unir el voto para unir a los españoles de nuevo".
Para esa España unida, el nuevo Partido Popular defiende los 5 pilares clásicos del liberalismo: "La nación, de ciudadanos libres e iguales; la libertad individual, frente al colectivismo de la izquierda; la economía de mercado, frente al intervencionismo orwelliano; el estado de derecho, frente al buenismo de algunos; y la responsabilidad personal frente al igualitarismo y la mediocridad de la izquierda".
Principios y libertad. Son las palabras que más ha repetido un Pablo Casado que ha propuesto medidas concretas para materializar estas ideas con las que quiere volver a aglutinar todo el espectro desde el centro a la derecha.
Algunas de ellas, destinadas a recuperar al votante de Vox, como las referentes a la lucha contra el nacionalismo, para el que propone la aplicación del 155 en Cataluña. Sin plazos, interviniendo también la televisión pública y el sistema educativo: "Modificaremos la ley del indulto, para impedir que el Gobierno indulte a los condenados por sedición y rebelión. Y aplicaremos la ley de partidos para ilegalizar a los que defiendan la 'kale borroka'". También una bajada de impuestos y una reducción del déficit: "Suprimiremos el impuesto de patrimonio, incluiremos en la nómina las cotizaciones sociales, para que los trabajadores sepan realmente lo que cobran. Queremos reducir el déficit y la deuda pública, que repercutiremos en impuestos a nuestros hijos y nietos".
Y otra de las banderas de Vox, la defensa de la familia y la vida: "Aprobaremos una ley que consagre la libertad educativa de los padres. También la concertada. Que a nuestros hijos no les digan cómo educarlos. Que garantice la enseñanza en castellano en toda España, y erradique el adoctrinamiento nacionalista. El impulso a la natalidad, a la conciliación y a la cultura de la vida. El poder político debe actuar siempre a favor de la vida. Y si faltan recursos, debe ser a favor de la vida. Y si se equivoca, debe ser a favor de la vida".
En otros aspectos, Casado ha querido marcar distancias con la formación de Santi Abascal, especialmente en dos temas: la defensa del Estado autonómico: "No pedimos cambios en el modelo autonómico. Que quede claro. Pedimos que se garantice la solidaridad y la igualdad entre españoles". Y la lucha contra la violencia de género: "El PP mantiene su compromiso en la lucha contra la violencia de género. Y reforzaremos también la lucha contra la violencia doméstica contra niños y ancianos. Ni una lección, ni de la izquierda, ni de otros partidos".
También ha recordado el compromiso del PP con la prisión permanente revisable: "Defendemos la prisión permanente revisable. Los asesinos, violadores y pederastas tienen que estar en la cárcel, no reincidiendo por el síndrome de Estocolmo de la progresía española".
Después de reivindicar la Transición y al Rey, Casado ha cerrado con una frase que resume el espíritu de su intervención: "No hay más PP que el nuestro. Quien quiera que gobierne el PP, tiene que votar al PP. Quiero que salgamos a ganar, no a empatar".