Pedro Sánchez se blinda ante un "efecto contagio" nacional del incierto escenario tras el 12-M en Cataluña

Pedro Sánchez ordena elevar la prudencia al PSOE y se blinda ante un "efecto contagio" nacional del incierto escenario tras el 12-M en Cataluña. El presidente deja a Salvador Illa los mandos de los pactos para alcanzar la Generalitat, pero ya mira a ERC y no a Junts.

La llave de una Generalitat de Cataluña con Salvador Illa al frente, la tiene en exclusiva Esquerra y la premisa del mismo Pedro Sánchez es afanarse en descargar de presión los hombros de los socios independentistas para dejarles digerir su debacle.

El sacrificio de Illa es agitado desde el PP. Alberto Núñez Feijóo analiza este martes con el Comité Ejecutivo Nacional de su partido el éxito logrado en el examen de las catalanas. La pretensión de Pedro Sánchez es blindarse y aislar el alto grado de incertidumbre en Cataluña de la gobernabilidad en Madrid.

El impacto nacional de este 12-M tiene a los socialistas en vilo con la Legislatura en un punto muerto, contemplando a los separatistas sin alicientes para dejar caer a Sánchez. Ahora bien, nadie niega la dificultad de lograr la cuadratura del círculo de los equilibrios en las cortes y a la vez llevar a Salvador Illa al frente de la Generalitat.

La Moncloa se muestra a la expectativa ante la crisis interna de Esquerra, el abandono de Pere Aragonés. Admiten a COPE en las alturas socialistas extiende nubarrones. De ahí la orden de Sánchez de extremar las cautelas para ahorrarse, interferir en las negociaciones de Illa, con la mirada centrada en los republicanos y no a Carles Puigdemont.

El cúmulo de antecedentes lleva al PP a alentar el sacrificio de Salvador y ya para asegurar a Pedro Sánchez la Legislatura. En este contexto, Alberto Núñez Feijóo reúne hoy a sus barones.