Pedro Sánchez preside la comisión de delitos de odio pese a la denuncia falsa de Malasaña
El presidente del Gobierno va a presidir la comisión que él mismo convocó aunque la denuncia que denotó la reunión fuera falsa
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Gobierno mantiene la convocatoria este viernes de la comisión de seguimiento del plan de lucha contra los delitos de odio, que convocó el presidente, Pedro Sánchez, tras una denuncia de una supuesta de agresión homófoba en Madrid, que posteriormente el denunciante reconoció que no había ocurrido.
El joven de 20 años que denunció haber sufrido una agresión homófoba el pasado domingo en el barrio madrileño de Malasaña por parte de ocho encapuchados reconoció ayer miércoles ante la Policía que las heridas fueron consentidas mientras mantenía relaciones con otra persona.
Pese a ello, la portavoz del Ejecutivo de Pedro Sánchez, Isabel Rodríguez, ha anunciado, en declaraciones a los periodistas a su llegada a la Junta de Gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias, que la comisión se mantiene y ha argumentado que, pese a la falsedad de esta denuncia, continúa su preocupación por un "hecho objetivo": el incremento en un 10 % de los delitos de odio.
"Reprochamos las denuncias falsas, que llevarán su cauce y serán así juzgadas, como denuncia falsas, pero eso no impide que veamos la realidad y la dificultad a la que se enfrenta el colectivo LGTBI en un momento en el que estos delitos están incrementándose sustancialmente", ha recalcado Rodríguez.
Preguntada por la petición de dimisión que el PP ha hecho al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por, según los populares, acusar a otras formaciones políticas de generar odio, Rodríguez ha negado que en nombre del Gobierno se hayan hecho esas acusaciones. Y ha llamado al PP a "recuperar el espacio de la normalidad institucional" porque ve a su líder, Pablo Casado "desnortado". "Si se va a la anécdota y no a lo importante, es que todavía no ha comprendido este país".
Además, ha señalado que España es "un país libre donde han de mostrarse todas las diversidades de opinión, de orientación sexual, de procedencia y donde no se admite ninguna conducta que desemboque en un delito" y que "tampoco por parte de los representantes públicos tenemos que asumir ningún tipo discurso de odio"