El pleno del Congreso aprueba la controvertida reforma del Código Penal entre acusaciones de "golpismo"
PP y Ciudadanos no han participado en la votación en la que ha salido adelante la proposición de ley para modificar el delito de sedición y rebajar las penas por malversación
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La reforma impulsada por el Gobierno para transformar el delito de sedición en uno de desórdenes públicos agravados y rebajar las penas por malversación ha salido adelante en el Congreso entre acusaciones de "golpismo" y con todas las miradas puestas en el Tribunal Constitucional, que finalmente ha aplazado al lunes su decisión sobre si frena parte de esta ley a petición del PP.
El PP y Ciudadanos, que hasta el último momento han intentado junto a Vox aplazar el Pleno, han decidido no votar en señal de protesta. Con 184 votos a favor, de los socios de coalición y sus aliados parlamentarios, 64 en contra y una abstención, pone rumbo al Senado una proposición de ley en la que, a última hora, PSOE y Podemos han incluido una reforma para desbloquear la renovación pendiente de cuatro magistrados del Tribunal Constitucional.
El objetivo del Gobierno es que la ley, que modifica los dos delitos por los que fueron condenados los líderes del "procés" y por los que aún debe ser juzgado el expresidente catalán Carles Puigdemont, vea la luz antes de fin de año.
El recurso del PP ante el Constitucional para intentar frenar una reforma de las leyes del Poder Judicial y del propio Constitucional a través de una proposición que se diseñó, en un principio, para derogar la sedición, ha unido a la izquierda, que ha acusado a los populares de acudir a los tribunales cuando pierden en las urnas.
"Intentaron parar la democracia con tricornios y hoy lo han intentado con togas", les ha espetado el portavoz socialista, Felipe Sicilia. "Ya no entran con pistolas, entran con togas", ha subrayado desde ERC Gabriel Rufián. "Hoy se ha producido el hecho más grave en términos democráticos después del 23F", ha coincidido Jon Iñarritu (EH-Bildu).
Con discursos muy duros, PP, Vox y Ciudadanos han denunciado por su parte la tramitación exprés de una reforma que afecta a tres leyes orgánicas y está hecha "a medida" de los dirigentes independentistas y han acusado de "cobarde" a Pedro Sánchez por no asistir al pleno. Con la Constitución en la mano, y también con el programa electoral del PSOE, Gamarra ha repasado los nombres de los políticos catalanes beneficiados por la reforma penal y ha avisado al Gobierno de que esto "no es más que una nueva estación en la hoja de ruta de los independentistas, que se frotan las manos y aplauden".
Aunque han visto la norma insuficiente, tanto Junts como EH Bildu han dado su voto a favor, al contrario que el PDeCAT, que ha rechazado la reforma porque consideran que el 1-O "no fue delito" y se seguirá persiguiendo penalmente a líderes independentistas catalanes. La reforma no ha tenido tampoco el apoyo de partidos como la CUP, que siempre ha mantenido que la iniciativa criminaliza la protesta pacífica, argumento compartido por BNG; y tampoco por Foro Asturias, Coalición Canarias y el Partido Regionalista de Cantabria, que rechazan derogar la sedición.
La única abstención ha sido la de Compromís. Como PP y Ciudadanos, Foro Asturias y los exdiputados de UPN no han votado.