¿Qué fue de César Luena, el número dos de Pedro Sánchez caído en desgracia?

El político riojano, ahora europarlamentario, se apartó de los puestos de responsabilidad del PSOE en 2016, tras el adiós momentáneo del hoy presidente

¿Qué fue de César Luena, el número dos de Pedro Sánchez caído en desgracia?

Millán Cámara

Publicado el - Actualizado

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¿César Luena podría haber sido vicepresidente del Gobierno? Nunca lo sabremos, pero es posible que no resulte descabellado responder a esta pregunta con un ‘sí’. Hace casi cuatro años, y quizá algunos lo han olvidado, pero llegó a ser la mano derecha de Pedro Sánchez en el PSOE. Nada menos que el secretario de Organización del partido, cargo que ocupa José Luis Ábalos en la actualidad.

Quizá Luena hubiese acabado como número dos, también, del Gobierno. O puede que a cargo de un ministerio. Quién sabe si al frente de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, como Ábalos. O de cualquier otro. Pero la realidad ha sido bien distinta. Pasó de ser el gran apoyo de Sánchez en su primera etapa como líder socialista al más absoluto segundo plano. Cuando el hoy presidente volvió, sus aliados ya eran otros.

Sin duda, el trienio 2014-2016 fue el punto álgido de la carrera política de Luena. Nacido en el pequeño municipio riojano de Bobadilla el 29 de octubre de 1980 (en su círculo le apodan ‘Trucha’ por el festival dedicado a este pez en la localidad), empezó luciéndose en casa: concejal municipal, secretario de Organización y general de las Juventudes Socialistas en La Rioja, diputado autonómico, diputado por La Rioja en el Congreso y, por fin, secretario general del PSOE riojano.

Fue en Madrid, en las sesiones parlamentarias, donde fraguó amistad con Sánchez. Al poco de que este último se convirtiese en el cabeza de cartel del PSOE, Luena adquirió una cuota de poder importante, al pasar a encargarse de la organización socialista. El conocimiento que tenía de la savia nueva del partido, dada su etapa en Juventudes, fue clave en su designación.

Ahí estaba Luena cuando Sánchez no logró llegar a La Moncloa, en aquella sesión de investidura fallida de marzo de 2016. Y también cuando se produjo la dimisión del madrileño como secretario general socialista, en octubre de ese mismo año. Fue ese adiós momentáneo el que supuso que el riojano, junto a otros destacados actores del PSOE de la época como Antonio Hernando, diese un paso a un lado.

Desapareció, de manera fulminante, de un primer plano que había ocupado con creces hasta entonces. El cargo de Luena obligaba, con declaraciones sobre Podemos como las siguientes, que en ningún caso podrían ser esgrimidas ahora en las altas esferas socialistas: “Su miedo a ser cuartos (en las elecciones de junio de 2016) le ha llevado a absorber a Garzón y quitarse la careta de lo que nunca fue: ni nuevo, ni cambio, sino sólo veto, intransigencia, poder y sillones”.

¿Qué fue de César Luena, el número dos de Pedro Sánchez caído en desgracia?

En su momento, se afirmó que el distanciamiento entre Sánchez y Luena vino dado porque el segundo decidió apoyar a Patxi López, e incluso a Susana Díaz. Fue en las primarias que supusieron el regreso a la cúspide del actual jefe del Ejecutivo. “Pedro Sánchez sería imposible sin César Luena, pero César Luena sería mucho más imposible aún sin Pedro Sánchez” o “Rindió un mal servicio a todo el partido y a Pedro en particular” fueron frases, de esas confidenciales, que pudieron leerse en los medios digitales aquellos días.

Tras abandonar la Ejecutiva del PSOE, Luena volvió a centrarse en su tierra, La Rioja. Esta le permitió mantener su escaño como diputado nacional, desde el que fue testigo de buena parte del primer Gobierno de Sánchez. A tenor de sus palabras en un blog que mantuvo durante un tiempo en la prensa de su región, sin acritud.

“Para que España sea una potencia en el siglo XXI, el presidente ha entendido que el proyecto del Gobierno, y el del PSOE, debe dotarse de la fuerza de dos grandes movimientos, el feminismo y el ecologismo, y de una filosofía de vida, el europeísmo […] Auguran una etapa en la que de nuevo primarán el bienestar y la prosperidad sobre la desigualdad y el retroceso de los últimos años”, escribió Luena al cumplirse 100 días del primer Ejecutivo sanchista.

La condición de europarlamentario que ostenta Luena desde abril de 2019 podría confirmar que las diferencias con Sánchez son cosa del pasado: el presidente le hizo un hueco en la lista europea después de haber quedado fuera de la candidatura al Congreso por La Rioja. Dar un paseo por su cuenta de Twitter también muestra que los elogios y la sintonía con el nuevo Gobierno son tónica habitual.

Parece claro que Luena vive feliz alejado del poder y sus intrigas. Las que ahora le han llevado a Europa y antes podrían haberle llevado a los altos estamentos de La Moncloa. ¿Una vicepresidencia, un ministerio, una jefatura de gabinete? Lo dicho: nunca lo sabremos.

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