Bernardo Montoya se salvó en 1990 tras un grave accidente cuando huía de la policía
Fue excarcelado en octubre tras cumplir un condena de veinte años por asesinato
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Bernardo Montoya, el vecino de El Campillo (Huelva) autor confeso de la joven zamorana Laura Luelmo, salvó la vida tras sufrir un grave accidente de tráfico cuando huía de la policía en 1990, tras ser sorprendido realizando tráfico de drogas.
Fuentes policiales han informado a Efe de que estos hechos se remontan al 10 de diciembre de 1990, cuando Montoya fue sorprendido por una patrulla de la Policía Local en Minas de Riotinto, localidad situada a unos 5 kilómetros de El Campillo, y cuando procedían a interrogarlo arrancó el coche y huyó en dirección a El Campillo.
En ese momento se inició una persecución a toda velocidad que terminó cuando, ya en El Campillo, el coche que conducía volcó y dio una vuelta de campana tras chocar contras las primeras viviendas del casco urbano.
Según ha relatado el policía que intervino en ese suceso, su coche fue registrado en ese momento, y hallaron varias dosis de heroína listas para su venta.
Montoya se recuperó de sus heridas y no fue condenado por estos hechos a una pena de prisión, y su primera condena grave no llegó hasta cinco años después, ya que el13 de diciembre de 1995 asesinó a Cecilia Fernández Díaz, una vecina de Cortegana (Huelva) a la que asestó varias puñaladas porque iba a declarar contra él en un juicio.
Los dos policías que atendieron el caso de 1990 han destacado que casi 30 años después este delincuente no sólo no se ha rehabilitado sino que ha cometido, presuntamente, un nuevo crimen, tras iniciar su historial delictivo con trapicheo de drogas, entre otras cosas.
Fuentes de la investigación han indicado a Efe que el detenido, de unos 50 años, salió de la prisión de Huelva el pasado mes de octubre tras cumplir condena por el asesinato de Cecilia.
Los hechos ocurrieron el 13 de diciembre de 1995 cuando entró por la ventana en la vivienda de la víctima, Cecilia Fernández Díaz, a la que asestó varias puñaladas con un machete de grandes dimensiones en la región dorsal y el cuello, que le seccionaron la carótida y la yugular, causándole la muerte. Dos años después fue declarado culpable y condenado a 20 años de prisión por el asesinato de la anciana, vecina suya en Cortegana y que iba a declarar contra él en un juicio por lesiones.
La defensa pidió la libre absolución del acusado aduciendo que se encontraba bajo los efectos del síndrome de abstinencia, por su adicción a la heroína y la cocaína, en el momento del suceso, circunstancia que fue tenida en cuenta como atenuante.
Tras cumplir condena, el acusado salió de la cárcel en 2015 pero pronto volvió a ella por dos robos con violencia y fue en octubre pasado, con 50 años recién cumplidos, cuando Bernardo fue de nuevo excarcelado de la prisión de Huelva.