El repertorio de contradicciones de Irene Montero para quejarse de las protestas en la puerta de su chalé

Las protestas en la puerta del chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero en el madrileño municipio de Galapagar han sido una de los noticias más importantes de los últimos días. El pasado fin de semana, motivados por las concentraciones en la calle Núñez de Balboa de Madrid, varias decenas de vecinos, del vicepresidente del Gobierno y de la ministra de Igualdad, se dieron cita en las inmediaciones de su casa para protestar por la gestión que el Gobierno estaba haciendo en las últimas semanas en relación a la crisis sanitaria y social provocada por el impacto del coronavirus en nuestro país: destacando, sobre todo, las críticas relacionadas con la nueva prórroga del estado de alarma y la decisión de dejar fuera a la Comunidad de Madrid de la Fase 1 la pasada semana.

Así han sido las protestas en la casa de Pablo Iglesias

Pero con el paso de los días, el número de manifestantes que se daban cita en la puerta de los políticos de Unidas Podemos fue aumentando, hasta llegar al punto de que cinco coches de la Guardia Civil se situaron en la calle aledaña a la de Iglesias, estableciendo un cordón de la zona que no permitía a los vecinos acercarse a la puerta del chalé de Galapagar.

Durante estas protestas, las redes sociales se han llenado de vídeos e imágenes del pasado en las que se recuerda cómo el ahora vicepresidente del Gobierno participaba en este tipo de escraches a otros políticos del Partido Popular o la fundado de UPyD, Rosa Díez, reventado un coloquio en la Universidad Complutense de Madrid en los primeros latidos de Podemos.

Iglesias también se ha referido en los últimos días a las protestas que están teniendo lugar en la puerta de su casa. Unas palabras que en el Partido Popular y en Vox han entendido como una amenaza futura: "Las manifestaciones que están teniendo lugar estos días en la puerta de mi casa pueden repetirse dentro de poco por gente de izquierdas en la puerta del apartamento de Díaz Ayuso, en la casa de los Espinosa de los Monteros o en la casa de Santiago Abascal".

Las contradicciones de Irene Montero

Pero la titular de la cartera de Igualdad ha querido denunciar esta semana en Televisión Española la conducta de las personas que protestan en Núñez de Balboa y en la puerta de su domicilio, señalando que su comportamiento está fuera de todo lugar porque están poniendo en juego vidas: "Nos molesta que la gente se salte las normas".

De forma muy rápida, las redes sociales se han llenado de mensajes recordando a Montero la conducta de su pareja, Pablo Iglesias, pocos días después de que diera positivo por coronavirus tras su asistencia a la manifestación del 8-M. Iglesias, en cuarentena por haber estado en contacto con ella, asistió a Moncloa para reunirse con otras personas del Gobierno y para conocer de primera mano los primeros pasos que el Gobierno de Sánchez estaba dando en la lucha contra el COVID, algo que fue muy criticado en su momento.

Por otro lado, Iglesias y Montero se han manifestado en más de una ocasión como partidarios de este tipo de escraches contra la clase política, llegando a llamarlos 'Jarabe democrático'. Este tipo de manifestaciones comenzaron a producirse durante el Gobierno de Mariano Rajoy, cuando varios de sus políticos más conocidos, como Soraya Sáenz de Santamaría o Cristina Cifuentes.

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