Sánchez agradeció a Santiago Abascal y Vox su "sentido de Estado" hace apenas tres meses
Pedro Sánchez no tuvo problemas en elogiar a Vox cuando el partido de Abascal permitió la aprobación del decreto ley de los fondos europeos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido hacer seguidismo de la estrategia de Pablo Iglesias de convertir a Vox en el principal enemigo de la izquierda en esta campaña, visto que las críticas de ambos a Díaz Ayuso solo han servido para reforzar la imagen de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido este domingo el voto para "frenar la amenaza extremista de la ultraderecha" que representa Vox, ante las amenazas de muerte recibidas por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez.
"Vox es una amenaza para la democracia", ha sentenciado Sánchez en el mitin de ecuador de la campaña de las elecciones autonómicas de Madrid que ha celebrado el PSOE en Getafe, en el que ha arropado al candidato socialista, Ángel Gabilondo.
Durante su intervención, el líder socialista se ha mostrado muy duro con Vox por "acusar" a Marlaska, Iglesias y Gámez de inventarse las amenazas, y ha avisado que es "la última línea que cruzan". "Lo que está ocurriendo es algo que debemos parar de inmediato, así que se acabó, no es normal. Ya no se trata de Madrid, se trata de nuestra democracia", ha defendido.
Hace tres meses, Sánchez elogiaba el "sentido de Estado" de Vox
El pasado 3 de febrero, durante una intervención en el Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez agradecía a Santiago Abascal, que tuviera"momentos de destello" en los que demostraba "más responsabilidad y sentido de Estado" que el presidente del PP, Pablo Casado.
Sánchez agradecía así la decisión de Vox de salvar a su Gobierno y abstenerse en la tramitación del decreto de los fondos europeos, frente al voto en contra de PP y Ciudadanos. Sin la abstención de Vox, el decreto no habría sido aprobado y el Gobierno no podría repartir a discrección unos fondos europeos que por otro lado no han llegado aún.