Sánchez cede al chantaje separatista de la bilateralidad: llamar a Torra en su primer acto como presidente

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, mantendrán este jueves, una conversación telefónica para, previsiblemente, fijar un futuro encuentro entre ambos. Fuentes de Moncloa han avanzado este miércoles que la llamada que estaba pendiente se realizará este jueves, sin dar más detalles al respecto.

La gran influencia que ejerce el chantaje independentista sobre Sánchez es evidente. Sin haber nombrado ni haber hecho publico el equipo de gobierno, el primer paso del presidente del Gobierno va a ser una llamada a un presidente de la Generalitat inhabilitado por la Junta Electoral Central. Además, se produce una pequeña diferencia que puede ser significativa. El pasado diciembre Torra se desmarcó de la ronda de llamadas, forzada, a los presidentes de todas las comunidades autónomas que realizó el presidente del Gobierno porque le parecía insuficiente. Ahora, cuando el separatismo ha aupado a Sánchez a la Moncloa, parece que la llamada es bien recibida en un contexto de pulso constante que, por el momento, van ganando los secesionistas.

Los gabinetes de Sánchez y Torra han estado en contacto en las últimas horas para cerrar esa conversación telefónica y una posterior reunión entre ambos, que el Govern quiere que se celebre antes de que se constituya la mesa de negociación y de diálogo entre los dos gobiernos.

De hecho, la portavoz del Ejecutivo catalán, Meritxell Budó, ha explicado hoy en rueda de prensa que la voluntad de Torra es poder hablar primero por teléfono con Sánchez para felicitarle por su elección como presidente del Gobierno y para encontrar "lo antes posible" una fecha para reunirse con él.

"La voluntad es que esta negociación entre gobiernos se pueda comenzar a llevar a cabo cuando lo acuerden los presidentes Sánchez y Torra en el encuentro que prevén que se produzca en los próximos días", ha precisado.

LLAMADA INSUFICIENTE EN DICIEMBRE

El presidente catalán, Quim Torra, consideró en diciembre que una llamada del jefe del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en el marco de una ronda de contactos con presidentes autonómicos, no solucionaba el conflicto catalán, que pide encarar con "valentía" y no con gestos "vacíos y estériles".

Después de la ronda de consultas y de recibir el encargo del Rey Felipe VI para formar gobierno, Sánchez anunció que llamaría a todos los presidentes autonómicos, incluido Quim Torra, quien había estado telefoneando diversas veces sin éxito.

Fuentes del entorno del presidente catalán remarcaron en su día que nada se iba a solucionar con una llamada de Sánchez en el marco de una ronda de presidentes autonómicos, ya que el problema no radicaba en la llamada.

En este sentido, apuntaron que lo que debía haber era "respeto institucional" y "bilateralidad" entre Cataluña y el Estado, y un "reconocimiento de los sujetos políticos". Algo que en esta nueva llamada de enero, con el presidente del Gobierno recién investido, parece que se cumple. Un claro ejemplo de cesión a los separatistas.