Sánchez convierte en su batalla el “rescate” de Madrid
El Presidente, tras dejar a las CCAA el peso de la gestión de la pandemia, exhibe ante Díaz Ayuso su perfil más colaborador.
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La cita de este lunes 21 de septiembre a las 12:00 horas en la Puerta del Sol ha sido preparada concienzudamente desde el gabinete del Presidente. Una foto para enmarcar de Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez diciéndose, ahora, presto a dejarse todo lo que tiene a su alcance, dispuesto, según los mensajes oficiales, a ayudar y no a alimentar más enfrentamientos.
Ante el imparable avance del coronavirus, el jefe del Ejecutivo llega pertrechado en su perfil institucional, con el mantra de voluntad de “colaboración” total para doblegar la curva, pero sin dejar de apuntalar en ningún momento que la responsabilidad última es y será de la Comunidad de Madrid. Un escudo, el de la “cogobernanza”, arriesgado ahora mismo hasta para miembros del Gabinete de la nación, en alerta ante un efecto bumerán. Difícilmente la ciudadanía distinguirá entre competencias de las distintas administraciones de entrar en colapso los servicios públicos.
Los guionistas de Pedro Sánchez sitúan todo el foco en Madrid, efectivamente con los peores datos de incidencia acumulada del país, pero la mitad del resto de España tampoco está a salvo de la virulenta oleada de contagios. Con las restricciones ya en marcha en 37 zonas de la región madrileña, la exhibición de su mano tendida lleva a Sánchez a ofrecer a Díaz Ayuso medios materiales y personales a disposición de una plaza vital.
La visita envenenada de Sánchez
Sobre la mesa, La Moncloa ha venido barajando la oferta de más rastreadores, un abastecimiento de la reserva estratégica sanitaria o incluso un tantas veces demandado refuerzo de los controles en el aeropuerto de Barajas. Las acotaciones a la movilidad, el control de aforos y horarios de cierre, así como la garantía de cumplimiento de cuarentenas, corren a cargo de la policía local con el refuerzo de policía nacional y guardia civil.
Autoimpuesto, al menos de cara a la galería, el papel conciliador por Sánchez, su círculo abre paso al regate partidista ante un territorio que es punta de lanza del PP. La potente imagen del Presidente en la Real Casa de Correos, anticipan, evoca la idea de acudir al “rescate” de la comunidad. Su bandera propagandística va a ser esa instantánea, sin dejar de censurar en privado el plan de Díaz Ayuso, considerado “insuficiente”, “improvisado” o “tardío”, con “escasos visos de éxito”, de antemano “fallido”, sin dejar de recordar que tiene a su disposición el estado de alarma a la carta, conscientes de la nula intención de la mandataria regional de realizar tal solicitud de excepción, “estigmatizada”, a sus ojos, por los populares.
El caso es que Madrid se antoja una obsesión para Pedro Sánchez cuyos choques con Isabel Díaz Ayuso fueron sonados durante los 6 meses de estado de alarma y la posterior desescalada. La atención al enésimo SOS de la presidenta madrileña da sentido a la preocupación instalada en La Moncloa ante la evolución de la pandemia, pero igualmente a la campaña de acoso y derribo diseñada y desplegada por pesos pesados del PSOE con renovados bríos contra ella, incluidos los movimientos para desatar una moción de censura en el futuro.