UCRANIA GUERRA

Sánchez decide enviar armas a Ucrania con el rechazo de un Podemos dividido

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido finalmente que España envíe de forma directa material militar ofensivo a Ucrania, una medida que ha adoptado con el rechazo de Podemos y que ha provocado a su vez una división interna en la parte morada de la coalición.

Agencia EFE

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido finalmente que España envíe de forma directa material militar ofensivo a Ucrania, una medida que ha adoptado con el rechazo de Podemos y que ha provocado a su vez una división interna en la parte morada de la coalición.

Sánchez había venido defendiendo hasta ahora que el envío de armas a Ucrania para hacer frente a la invasión de Rusia se hiciera a través del fondo europeo para la paz, del que España es su cuarto contribuyente, pero ha rectificado en su comparecencia ante el pleno del Congreso para informar de la posición del Gobierno ante ese conflicto.

Una comparecencia en la que ha presentado un plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra, que incluye medidas sociales, y en la que ha pedido unidad a todos los grupos para afrontar la situación.

Sigue pensando Sánchez que la acción coordinada de la UE es el mejor camino para ayudar a Ucrania, pero, ante los reproches de algunas formaciones que ponían en cuestión el compromiso del Gobierno, es cuando ha decidido que España "entregará a la resistencia ucraniana material militar ofensivo".

Una decisión que fuentes del Gobierno han informado de que se adoptó finalmente en la tarde de ayer.

La rectificación ha sido aplaudida por el Partido Popular, pero conlleva el rechazo de Podemos, tal y como ha evidenciado su portavoz parlamentario, Pablo Echenique: "Con toda la lealtad, pensamos que el envío de armas es un error".

A su juicio, esa medida no es eficaz, y armar a la población civil frente a un ejército profesional no va a cambiar la correlación de fuerzas y supondrá una escalada bélica.

Pero la división interna ha quedado patente en Unidas Podemos, ya que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Universidades, Joan Subirats, han apoyado plenamente las decisiones de Sánchez, mientras que las ministras Ione Belarra e Irene Montero han considerado que el armamento contribuye a la escalada y no resuelve el conflicto.

También dentro del grupo parlamentario hay diferencias, ya que su presidente, Jaume Asens (dirigente de los comunes), ha admitido que Ucrania "tiene derecho a defenderse y la comunidad internacional no puede quedarse con los brazos cruzados".

Pese a esta división, fuentes de Podemos han asegurado que si hubiera que votar en el Congreso el envío de armas, lo harían sin dudarlo a favor.

Sánchez ha considerado legítimo que haya partidos que no estén a favor del envío de armas, pero lo ha considerado una equivocación. Además, ha advertido: "El 'no a la guerra' de Irak es el no a la guerra de Putin".

El apoyo al envío de armas ha sido total por parte del PP, cuya portavoz, Cuca Gamarra, ha sido la encargada de intervenir en el pleno en lugar del todavía presidente del partido, Pablo Casado.

Gamarra ha pedido a Sánchez que concrete el armamento que va a enviar España después de haber protagonizado hasta ahora el menor compromiso de los países europeos con Ucrania.

Además, le ha ofrecido el PP como un apoyo "más firme y fiable" que Unidas Podemos tras acusarle de estar condicionado por esta formación.

Sánchez ha argumentado que está condicionado por todos los grupos porque escucha a todos, incluido el PP, y por ello decidió revisar la decisión sobre el envío de armas "para que no hubiera ninguna duda sobre dónde está España".

Ese envío ha sido apoyado por la mayoría de partidos, incluidos socios parlamentarios como ERC y PNV, y rechazado por EH Bildu, la CUP y BNG.

Si el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, ha afirmado que es legítimo el derecho a la autodefensa y que a veces hay que dar prioridad a los intereses del país por encima de sus convicciones, el del PNV, Aitor Esteban, ha recalcado que no se puede dejar solos a los ucranianos.

Incluso, los nacionalistas catalanes como JxCAT y PDeCAt han respaldado la decisión, y Vox y Ciudadanos han apoyado no sin que el líder del primero de esos partidos, Santiago Abascal, haya reclamado la dimisión de Sánchez al considerarle "irrelevante" como mandatario, y el portavoz del segundo, Edmundo Bal, haya pedido más contundencia.

En la parte económica de su intervención, Sánchez ha admitido que el conflicto de Ucrania tendrá consecuencias en la economía y exigirá "sacrificios".

Por ello ha presentado un plan nacional para el que ha solicitado unidad y que incluye una serie de iniciativas como extender hasta el 30 de junio las medidas fiscales que afectan a la factura eléctrica e impulsar un pacto de rentas con los agentes sociales para evitar que la subida de precios desemboque en una espiral inflacionaria que mine el poder de compra de las familias.

Se activará también un plan de reducción de consumos energéticos en los edificios e infraestructuras públicos y habrá una dotación de 100 millones de euros para sustituir alumbrado publico que permitirá reducciones consumo del 70 % y otra de 500 millones para acelerar el autoconsumo eléctrico.

Habrá, asimismo, una promoción turística de los destinos más expuestos al mercado ruso.

Sánchez ha anunciado también que España impulsará la inclusión de Rusia en la lista de paraísos fiscales, ha respaldado el cierre de los medios rusos Sputnik y Russia Today por formar parte de la guerra híbrida de Putin y ha reiterado que ni España ni la OTAN enviarán tropas a Ucrania.

Además, ha aprovechado para defender que la UE no vuelva a las reglas fiscales previas a la pandemia de coronavirus.

El debate del Congreso ha servido para rendir homenaje al pueblo ucraniano en la persona del número dos de su embajada en Madrid, Dmytrio Matiuschenko, quien ha acudido a la cámara y ha recibido una larga ovación por parte de los diputados.