Sánchez esquiva a la prensa en Salzburgo

Silencio, a la espera de la rueda de prensa oficial, al término este jueves de la Cumbre Informal de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. Pedro Sánchez se quedó mudo desde su llegada a Salzburgo en la tarde del miércoles. Hasta tres oportunidades tuvo el presidente del Gobierno de hablar, pero, a diferencia del resto de líderes europeos, no lo hizo ni una sola vez.

Esquivó todas y cada una de las ocasiones. La primera de ellas fue el mismo miércoles, sobre las 17:00 horas, a la entrada de la reunión de líderes socialdemócratas nada más pisar la ciudad austriaca. El jefe del Ejecutivo saludó y accedió a la cita. La segunda ocasión, tuvo lugar apenas dos horas después, a las 19:00 horas, en el inicio del cónclave, en los minutos previos a la cena de bienvenida de los líderes europeos. Sánchez se mantuvo bien lejos y, ante las peticiones de declaraciones de la prensa, nos emplazó al día siguiente. ¿A la tercera iría la vencida? Tampoco. Sobre las 9:00 horas del jueves, la llegada del presidente del Gobierno al arranque de las sesiones de trabajo de la cumbre, junto al resto de los socios, fue visto y no visto.

El cúmulo de sombras sobre su tesis doctoral y todo lo que la rodea, incluido su posterior libro firmado con Carlos Ocaña, además de las argucias parlamentarias usadas para reformar la ley de Estabilidad Presupuestaria y tratar de sortear un veto del Senado a una nueva senda déficit para 2019, llevó a Sánchez a echar el freno en el contacto con los periodistas desplazados a Salzburgo que hemos tratado de abordarlo. “El Presidente, dejaron caer colaboradores a lo largo de 24 horas, no tiene ganas de hablar. Quisiera o no, acabaría haciéndolo, al enfrentarse a una rueda de prensa, ésta ineludible, por formar parte del programa de la cumbre europea.