Seis personas y reuniones hasta la una, las claves de la Navidad en nuestro país en tiempos de pandemia
Distintos partidos políticos y gobiernos autonómicos han incidido en que esas medidas para la celebración de las fiestas navideñas
Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
El Gobierno ha elaborado un plan para las fiestas navideñas que limita el aforo de las reuniones a seis personas y fija el toque de queda a la una de la madrugada en días señalados como Nochebuena y Nochevieja, al tiempo que aconseja no celebrar la Cabalgata de Reyes, unas medidas que aún tiene que negociar con las autonomías en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
También plantea a los estudiantes universitarios que regresan a casa para las vacaciones "que limiten las interacciones sociales los días anteriores de su regreso a casa y que extremen las medidas de prevención".
El Gobierno aspira a "establecer un marco común y claro" de medidas que favorezca que las recomendaciones se hagan de "una forma clara, consensuada y coordinada, además de lo más anticipada posible", para que haya tiempo suficiente para que la población se organice.
"Debemos planificar unas Navidades diferentes sin quitarles el alma y el espíritu que las hace una de las fiestas más apreciadas por la ciudadanía", sostiene el Ejecutivo, quien sin embargo recuerda que hay que "considerar modificaciones en los planes navideños" con el fin de reducir la propagación del virus.
Distintos partidos políticos y gobiernos autonómicos han incidido en que esas medidas para la celebración de las fiestas navideñas en el marco de la pandemia se tienen que debatir en el seno del Consejo Interterritorial y han pedido cautela y dan por hecho que no serán unas navidades normales.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha señalado que lo más importante respecto a las fiestas navideñas es llegar a un consenso con las comunidades autónomas con una serie de "recomendaciones claras" y ha aclarado que "no hay nada definitivo".
En ese sentido, ha aseverado que no está previsto que esas medidas se vayan a cerrar mañana en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, porque es "un proceso de discusión al que quiere llegar con consenso".
El Partido Popular ha reclamado este martes que el plan se decida en coordinación con las comunidades autónomas y que esté basado en criterios técnicos y científicos, y el PNV ha criticado que el Ejecutivo no haya enviado su propuesta a las autonomías antes de que se publicara en los medios de comunicación.
LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS PIDEN CONSENSO
En la jornada previa a que se celebre el Consejo Interterritorial, donde se debatirán las medidas para la Navidad, distintas comunidades autónomas han expresado su parecer a este respecto.
Castilla y León es partidaria de mantener el cierre perimetral de la comunidad en las fiestas navideñas, si bien considera que habría que valorar la situación de las provincias con mejores datos epidemiológicos. También pretende que no se permita la asistencia a las campanadas de Fin de Año y de que las comidas de trabajo se limiten a un máximo de seis personas.
Mientras, el Gobierno de la Comunidad Foral de Navarra no estudiará las medidas navideñas hasta pasado el puente "foral", fechas "altamente críticas", de las que dependerán los peores meses de invierno.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha advertido que, aunque son fechas "muy importantes" en las que las personas quieren estar con sus seres queridos "después de un año muy difícil", "no puede volver a pasar lo mismo". Por ello, ha indicado, hay que poner la vista en la primavera de 2021 y en la recuperación para que "Madrid siga siendo un lugar seguro".
Desde el País Vasco se estima que las medidas básicas que ya están en vigor "deberán mantenerse mucho tiempo", incluida la Navidad, aunque no ha precisado qué restricciones seguirán y cuáles podrían relajarse en esas fechas en Euskadi.
En esa misma línea, la ciudad autónoma de Ceuta considera que las restricciones impuestas para frenar el avance de la pandemia se mantendrán durante las Navidades, ya que de lo contrario los meses de enero y febrero pueden ser "muy duros", por lo que habrá que "renunciar" a "ciertas reuniones, evitar aglomeraciones y aforos no permitidos".
Y el Gobierno catalán es consciente de que las fechas navideñas son especiales, por lo que, "si los datos epidemiológicos lo permiten", se plantearán "algunas modificaciones" en las restricciones por la crisis de la covid-19.
Por su parte, el consejero de Salud de Andalucía, Jesús Aguirre, ha considerado una "deslealtad que el Gobierno haya filtrado a la prensa" el documento relativo a las medidas para las fiestas navideñas, ya que lo debería presentar antes en el Consejo Interterritorial para acordar con las comunidades una respuesta coordinada.
Aguirre ha precisado que Andalucía tiene una propuesta sobre las fiestas navideñas que trasladará el miércoles al resto de territorios para intentar la "máxima cohesión".
Tampoco el Gobierno de Castilla-La Mancha tenía conocimiento del plan que ha preparado el Ejecutivo para las fechas navideñas, unas cuestiones que considera que deben contar "con la opinión y la colaboración de las comunidades autónomas" y tomarse "desde la prudencia" y tratando de compatibilizar la salud y la economía.
EL HORIZONTE DE LA VACUNACIÓN
Los contagios por coronavirus siguen la curva descendente iniciada hace unas semanas: con 12.228 nuevos positivos notificados este martes, la incidencia acumulada se sitúa en 362,35 casos por cada 100.000 habitantes, según el Ministerio de Sanidad. Solo cuatro comunidades autónomas tienen una incidencia superior a 500: Castilla y León (649), Asturias (579), País Vasco (577) y La Rioja (534).
La caída paulatina de los contagios se refleja de forma específica en la ocupación hospitalaria, que se reduce un día más hasta los 16.701 pacientes ingresados (13,43 %), de los que 2.853 (29,06 %) permanecen en cuidados intensivos. Sin embargo, el Ministerio ha informado de 537 muertes, nuevo máximo diario de la segunda ola.
Este martes, el Consejo de Ministros ha dado luz verde a la estrategia de vacunación frente a la covid-19, que dará prioridad a los 2,5 millones de internos y trabajadores sanitarios y sociosanitarios en residencias de personas mayores y con discapacidad y que prevé que toda la población pueda acceder al fármaco a lo largo de 2021. La vacuna, que podría empezar a administrarse en enero, será voluntaria, gratuita y única para todo el país.