Sin micrófonos: El procés o el día de la marmota
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Más de lo mismo. Parece que nada cambia. Tenemos esa percepción y así lo hemos vivido esta semana, una vez más, en torno al Procés. El juez Llarena había citado a los procesados que están en prisión preventiva para comunicarles el auto de procesamiento. Una declaración indagatoria que nunca es noticia, o no lo era, porque simplemente el juez comunica el procesamiento y suele limitarse a que el procesado niegue las imputaciones. Pero estamos ante un caso especial, estamos ante el Procés y estamos viendo muchas cosas nuevas.
La estrategia estaba clara, fuera y dentro del Tribunal Supremo. La de todos los días. Aunque esta vez no fueron muchos seguidores de los procesados, pero los justos para continuar con su táctica. Daba la sensación de que se turnaban porque no han repetido días. No faltaron Joan Tardá ni Gabriel Rufián, que suelen ser habituales. Medios de comunicación más que suficientes, sobre todo televisiones, que es lo que les interesa. Controlan la cuestión mediática y saben colocar su mensaje. El lunes se acercaron, entre otros, el portavoz del PdeCat en el Senado, Josep Lluís Cleríes i González, y también Eduard Puyol, portavoz de Junts per Cat en el Parlament. El discurso era el mismo de los procesados ante el juez Llarena. Y volvimos a oír lo de casi siempre, que “esto es un proceso político, no jurídico”, o “no se puede tolerar en democracia que un juez decida quien es el candidato a la Presidencia de la Generalitat”. Y toda la retahíla que uno se pueda imaginar.
También hablaron de la manifestación que habían celebrado el domingo en Barcelona, una manifestación ejemplar, porque son “gente de paz”, dijo Eduard Puyol. Y cada pregunta que le hacía un periodista conllevaba una respuesta de varios minutos. Incluso llegaron a preguntar si estaban en directo, les interesan las televisiones, les dan tiempo y aprovechan para hacer su propaganda. Pero cuando se les preguntaba por los no independentistas no respondían directamente a la pregunta y se acababan las declaraciones. Todo se repite, es más de lo mismo. El Procés parece el día de la marmota.