"The New York Times" pide a Alemania un "gesto conciliador" para calmar la tensión en Cataluña

Este miércoles el diario estadounidense "The New York Times" ha cargado las tintas contra España en un editorial en el que pide a Alemania que promueva un “gesto conciliador” para calmar la situación provocada por los independentistas catalanes.

El texto periodístico, titulado "La disputa de Cataluña en Alemania", asegura que el arresto de Puigdemont eleva el caso catalán a “un nivel mucho más amplio” y a la “arena política” a pesar de que “el Gobierno español quiera presentar el caso como un asunto puramente criminal”. No obstante, la cabecera obvia que la orden europea de detención fue emitida por el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que instruye el 1 de octubre, y no por el Ejecutivo de Rajoy.

En este sentido, subraya que fue el aviso de las autoridades españolas el que en última instancia determinó la detención de Puigdemont, circunstancia que aprovecha para decir que  Alemania, a la que define como “el gigante de Europa”, se ha visto “arrastrada” a la “refriega”.

Señala, sin embargo, que esta circunstancia ha se ser aprovechada por el país germano para aliviar el pulso que le ha tendido el movimiento independentista al Estado.

"The New York Times" sí reconoce que el Gobierno español tiene derecho a “defender su unidad y su Constitución”, al igual que el resto de Estados europeos lo tiene a no dar su apoyo a los independentistas catalanes. No obstante, en lo que respecta a la entrega del expresidente autonómico, dice que el delito de rebelión "es vagamente similar al de alta traición que tipifica el Código Penal alemán”. La cabecera hace esta consideración sobre la base de que Puigdemont es "un político elegido democráticamente que nunca recurrió a la fuerza” para cumplir sus anhelos de independencia, por lo que cree que “los tribunales alemanes pueden decidir extraditar a Puigdemont a España con la condición de que no sea procesado por rebelión” sino por malversación. Por eso, le sugiere a Berlín que promueva “un gesto conciliador hacia Catalunya".