Tres años de Casado al frente del PP: de gestionar el legado de Rajoy a liderar las encuestas

Era el verano de 2018 y se respiraba aires de novedad en la Calle Génova. Tras la salida de Mariano Rajoy (que en apenas un mes pasó de ser Presidente del Gobierno a dejar la política), el Partido Popular pasaba por el que quizá sea el momento más delicado de su historia reciente.

Una moción de censura después, los populares se encontraban sin ocupar el poder, con más número de escaños en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, existía la incapacidad de quien no es capaz de entenderse con sus socios políticos y observa impotente cómo aquello que durante años fue construido, de repente desaparece de un plumazo.

Ante esa nueva tesitura, resultaba de imperiosa necesidad realizar una modificación del rumbo del partido; recolocar los ideales y tratar de contrarrestar la posición que un Partido Socialista, claramente mermado en escaños, había ocupado en una de las maniobras más peculiares que la política de nuestro país había vivido hasta entonces.

Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado llegaban al decimonoveno Congreso del Partido Popular con todo por decidir en una batalla por hacerse con el liderazgo. Una lucha sin precedente en los azules, que hasta ese entonces no habían utilizado el formato de las elecciones primarias para elegir a sus líderes.

Esta situación desembocó en la victoria de Pablo Casado, candidato que en teoría llegó con la herencia de la forma de trabajar de su predecesor y Presidente del Gobierno, José María Aznar. El cambio de generación fue evidente, el cambio de imagen, de himno y la idea de regeneración empezó a hacerse evidente. Pablo Casado llegaba con una herencia negativa y con la misión de hacer frente al Gobierno de Pedro Sánchez.

De menos a más

Dos elecciones después, Pablo Casado no ha conseguido hacer valer su propuesta hasta ahora en las citas electorales a las que se ha enfrentado. Aun así, el líder del PP ve cómo en estos momentos la balanza se está decantando a su favor. Las encuestas lo sitúan como la alternativa real al “sanchismo” y ya a día de hoy se le ve como una opción real y su idea se ha consolidado tanto dentro del partido como para gran parte del electorado.

Según el partido, “en estos tres años se ha consolidado el poder territorial, la hegemonía en el centroderecha y la unión en el partido”; al menos en eso han trabajado durante los últimos tiempos tanto el propio Casado como su equipo, que cuenta con una figura fundamental como es la de Teodoro García Egea, encargado de la renovación territorial del partido.

Entre los planes próximos del líder del Partido Popular, hay seis pactos prioritarios que Pablo Casado ofrecerá a la administración de Sánchez próximamente. Entre ellos, una ley de pandemias, una reforma del Código Penal, reformas económicas, un punto de encuentro educativo, renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con sus condiciones y una declaración conjunta sobre Latinoamérica.

El objetivo de Casado es llegar a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales, algo que culminaría por completo las intenciones y objetivos de aquel Partido Popular que se transformó en el año 2018.