Trillo: "Nadie en su sano juicio" recuperaría la mili veinte años después

"Señores, se acabó la mili". Con esta frase el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, informaba del decreto que ponía fin a la prestación obligatoria del servicio militar

CLAUSURA ASAMBLEA GENERAL DE LA ASOCIACIÓN DE NAVIEROS ESPAÑOLES (ANAVE)

Agencia EFE

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"Señores, se acabó la mili". Con esta frase el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, informaba del decreto que ponía fin a la prestación obligatoria del servicio militar. Veinte años después cree que "nadie en su sano juicio" recuperaría un sistema al que, no obstante, quiere hacer un homenaje por el papel que cumplió.

Trillo rememora en una entrevista con Efe cómo se llegó a la supresión de la mili un 9 de marzo de 2001 aunque con vigencia del 31 de diciembre de ese año. Un proceso que había comenzado diez años antes con el objetivo de ir hacia un modelo mixto que tendería a aumentar los efectivos voluntarios y disminuir los obligatorios.

"Porque era cada vez más el rechazo a la mili y cada vez mayor (y esto es quizá lo más importante) la necesidad de tener un Ejército profesional debido al cambio realmente espectacular que se estaba produciendo en los ejércitos. La adscripción a la OTAN y las misiones internacionales demandaban profesionales", resume.

Un segundo "hito" fue, según Trillo, el compromiso del presidente del Gobierno en ese momento, José María Aznar, de constituir una comisión mixta Congreso-Senado que estudiara el paso al servicio militar profesional.

Finalmente, con Trillo de ministro, se aprobó el decreto en un Consejo de Ministros muy intenso en el que "nadie se opuso" a su propuesta, porque no solo era un compromiso electoral del PP, sino de la mayoría en las Cortes.

Vigente desde el reinado de Felipe V, la mili estaba "profundamente arraigada" en la sociedad española y era un sistema tradicional "muy difícil de mover". "Yo mismo en 1979 era partidario de la mili obligatoria", enfatiza el exministro de Defensa.

Fue consciente de que era necesario "conciliar" mentalidades muy tradicionales y conservadoras con las necesidades de profesionalización de las Fuerzas Armas y "hubo que hacer de esa necesidad virtud", prosigue Trillo.

LA "MAGNÍFICA" DISPOSICIÓN DE LOS TRES EJÉRCITOS Y DE SUS MANDOS

Pero nada de esto hubiera sido posible -reconoce- sin la "magnífica" disposición, "absolutamente ejemplar", de los tres ejércitos y de sus mandos. "Estaban muy bien dispuestos", apostilla.

Dispuestos como él a "atajar la enorme sangría de efectivos obligatorios que se nos iban por las prórrogas de incorporación a filas, por la alegación de la objeción de conciencia y por la insumisión".

Y es que cuando Trillo propuso al Consejo de Ministros que se acabara la mili, 1.200.000 jóvenes habían pedido prórroga y alrededor de 850.000 eran insumisos u objetores.

"Era muy apremiante transformarlo en un servicio militar profesional. Era muy difícil porque los números de la incorporación voluntaria no salían y hubo que buscar un sistema de incentivos y de retención que permitiera mantener el objetivo mínimo de fuerza", explica Trillo a Efe.

"LA FORTALEZA DEL SISTEMA LO HA MANTENIDO 20 AÑOS. ES ASOMBROSO"

"Sin duda" es una de las decisiones de las que Trillo se siente más orgulloso porque, además, le parece "realmente asombroso" que haya permanecido 20 años cuando muchas otras cosas "se han puesto en cuestión". Pero ha sido posible -asegura- por la "fortaleza" misma del sistema.

Quiere Trillo rendir homenaje al subsecretario de Defensa Víctor Torre de Silva y al director general de Reclutamiento Gregorio López Iraola, que hicieron un enorme esfuerzo en las "tres R": Reclutamiento (se podía acceder en cualquier momento), Retención (incentivos y retribuciones) y Reincorporación a la sociedad (Formación Profesional mientras se estaba en filas. Hasta 36 especialidades se impartían).

Y EL SISTEMA SE PUSO A PRUEBA

Reconoce Trillo que su preocupación mayor en ese momento era que se dieran los tres supuestos básicos de amenaza a la defensa nacional: "defensa del territorio nacional, la acción exterior (combatiente o no, humanitaria o de mantenimiento de la paz) y la ayuda a la gestión civil de crisis".

"Como la vida es así -recuerda el exministro-, la fortaleza del sistema se puso a prueba" con el incidente con Marruecos por la isla de Perejil, con Afganistán, con las misiones en los Balcanes y con la catástrofe del Prestige. "Todo al mismo tiempo. Fue la prueba del 9 de la fortaleza del sistema".

"Por eso creo que hoy en día, en el que las Fuerzas Armadas se han ganado en estos años su prestigio y su total comprensión por la sociedad española, nadie en su sano juicio daría vuelta a atrás a este sistema que está funcionando muy bien", apostilla Trillo.

Reconoce que algunos puedan echar de menos la mili porque, "indudablemente", suponía "un fenómeno de integración nacional". Todos los jóvenes tenían que pasar de una manera u otra por los cuarteles y muchos salían alfabetizados en la España de los 50.

También las "quintas" generaban un sentimiento de confraternidad entre jóvenes de distintas regiones españolas, añade. Entiende, por tanto, que haya grupos sociales y analistas políticos que digan que "todo eso se ha ido con la mili", pero "no es verdad" porque existe la reserva y la posibilidad de incorporarse voluntariamente a los ejércitos.

UN EJÉRCITO MUY ESTABLE Y PROFESIONAL 20 AÑOS DESPUÉS

Unas Fuerzas Armadas que Trillo ve "plenamente operativas" para todas las misiones que España demanda y más visibles en el último año por su actuación en la pandemia y en el temporal Filomena, sobre todo de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

A su juicio, podrían volver a ser muy útiles si se les hubiera requerido para vacunar contra la covid-19, pero no se ha hecho. Y eso que en países como Gran Bretaña, donde se ha optado por ello, se ha comprobado su eficacia, precisa antes de reiterar que le parece "muy sorprendente" que España no haya previsto esta opción.

Independientemente de ello, el exministro resalta el papel del Ejército español en las misiones internacionales y afirma que las Fuerzas Armadas están "excelentemente dotadas de personal", con un sistema "muy estable y muy profesional".

Y que, por ahora, "mantiene" lo que fue el otro gran eje de su acción de gobierno en esos cuatro años de legislatura: la modernización de los sistemas de comunicaciones, los defensivos y de armas.

Trillo no quiere terminar la entrevista sin mencionar algunos de los medios que avalan esa modernización, como las fragatas; el sistema de combate Aegis, que es "excelente" para un territorio como España encuadrado en la OTAN pero además peninsular y estratégico geopolíticamente; los nuevos carros de tierra o, en el caso del Ejército del Aire, el Eurofighter, y el avión de transporte táctico CASA.

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