"Turistas de la piedra": así son los violentos ligados a la CUP que incendian Barcelona
Junto a okupas, anarquistas o anticapitalistas, las fuentes policiales consultadas hablan de una presencia destacada de elementos ligados a los antisistema de la CUP
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“Es el turismo de la piedra”, nos dice un agente de información desplegado en Cataluña al describir el perfil de algunos de los detenidos e identificados estos dias por su presunta relación con los altercados violentos en la calle. Albert Palacios, del Sindicato de Mossos, afirma que “es un tipo de turismo de casa ocupa-tiro piedra-policia. Es su modus vivendi. Sobre todo hablamos de italianos, griegos y franceses".
Entre las detenciones practicadas este fin de semana destaca, según nos cuentan fuentes al tanto de las pesquisas, dos mujeres, una de ellas interviniente directa, presuntamente, en el incendio de la furgoneta de la Guardia Urbana de Barcelona este sábado, la otra francesa.
Los Mossos de Esquadra han registrado este lunes, según nos cuentan oficialmente, dos naves en Mataró y Canet de Mar, en el Maresme barcelonés, con la presencia de parte de los 14 arrestados este fin de semana por su relación con los actos de vandalismo. Desde los sindicatos de la propia Guardia Urbana se habla de “terrorismo”.
Así lo hace Eugenio Zambrano, del Csif: “son terroristas urbanos. Terrorismo que ha sido alimentado a diferentes niveles de los propios gobiernos: local, autonómico y estatal". La grave acusación la comparte el primer sindicato del cuerpo policial, Sapol. Su portavoz, Jordi Gutiérrez, afirma que “buscan el trofeo de la muerte de un policía con la convivencia de partidos que están en los tres estamentos gubernamentales”. Y aclara que ese apoyo lo reciben desde el punto de vista organizativo, logístico y económico.
Diversos pero organizados
Junto a okupas, anarquistas o anticapitalistas, las fuentes policiales consultadas hablan de una presencia destacada de elementos ligados a los antisistema de la CUP. No sólo las juventudes de Arrán sino también corriente internas como Endavant. Un analista de la benemérita plantea la hipótesis de que “esta violencia esté siendo utilizada como elemento de fuerza de cara a la mesa de negociación del futuro Guvern de la Generalitat”. Lo de Pablo Hasel quedaría ya muy remoto, como mera excusa para mantener vivo el desafío.
Entre los alborotadores hay también menas (menores no acompañados actualmente o que lo fueron en el pasado). Hasta jóvenes de 16 años o simples delincuentes sin más esperando el momento del saqueo de cualquier empresa o comercio destrozado. En los incidentes registrados en Tarrasa (Barcelona) el pasado 17 de febrero, en un momento determinado de los altercados que protagonizaban unos 400 jóvenes de la zona, nos cuenta un agente, de repente se sumaron a los actos de vandalismo unos 50 menas en bloque.
No por esa variopinta procedencia dejan de mostrar en ocasiones una perfecta coordinación y planificación en sus agresiones. Ocurrió así este sábado en el ataque a la Guardia Urbana, algo que no es novedad. Sin embargo, sí supieron sorprender a los dispositivos con un nuevo recorrido de acceso a través de las ramblas y aplicando una rapidez nada habitual a la hora de ir a por su objetivo.
Recuerda Jordi Rodríguez que “así lo han publicitado en las redes: van a por un Policía”. En muchas ocasiones los cabecillas que comandan las agresiones, relata un agente de información, se meten en las líneas de los manifestantes, dan las órdenes oportunas para que inicien las hostilidades y después salen de la formación para recibir nuevas indicaciones.
Policías obligados al cuerpo a cuerpo
“Nos hacen falta lanzadoras, con los proyectiles de foam, los spray de pimienta, las cámaras unipersonales, las pistolas Tasser, carecemos de todos estos materiales para hacer frente a este terrorismo”. Es una demanda compartida por los sindicatos de este cuerpo policial. Denuncian que, a pesar de disponer de furgones como los del resto de unidades antidisturbios de otros cuerpos de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, e incluso de chalecos anti trauma y ortos elementos de protección, la carencia de material y elementos de disuasión, más allá de la simple defensa o porra, les obliga a ir al cuerpo a cuerpo.
Una auténtica barbaridad para esta Unidad de Refuerzo de Emergencias y y Proximidad (UREP), antes llamada Unidad de Soporte Policial (USP), que intentó disolver la alcaldesa Alda Colau. Finalmente simplemente le cambio el nombre.
Albert Palacios, del Sindicato de Mossos USPAC, advierte que “si, por desgracia, un día se cobran su trofeo, que ningún político se atreva a ir a un entierro de un policía, ojala que no pase, por su culpa. Todo será gracias a ellos, por su silla”.
Tanto Sapol como Csif anuncian que se personarán como acusación en la causa judicial que se abra contra los presuntos autores de las graves agresiones del pasado sábado contra la Guardia Urbana. Mossos ultima el atestado antes de su envío al juez mientras que desde ambos sindicatos se recuerda que Ana Colau ya decidió en su momento no personarse en este tipo de procedimientos en defensa de sus policías.
Esta situación, unida al anuncio de un nuevo modelo policial en el que se exige por parte de la CUP la desaparición de unidades antidisturbios como la Brigada Móvil (BRIMO) de los Mossos, lleva a muchos agentes a preguntarse si es este el momento de plantear un debate sobre el modelo de policía, cuando los vándalos ponen en serio riesgo la vida de los que se la juegan por la seguridad de todos.