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Un terrorista del 17-A, que niega su implicación, amenazó de muerte a los Mossos

17A

Juan Baño

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Dris Oukabir, de 28 años de edad, es señalado como una pieza relevante de la célula que acabó con la vida de 22 personas en los atentados de la Rambla de Barcelona y Cambrills el 17 de agosto de 2017. A pesar de que este detenido sigue manteniendo su inocencia, el sumario del caso, cuyo secreto fue levantado parcialmente el pasado 31 de julio, recoge la amenaza de muerte que lanzó a los policías que le custodiaban tras ser arrestado en Ripoll. Ocurrió la misma noche de los atentados. Dris fue abordado por los mossos cuando, según él, se dirigía a comisaría voluntariamente al conocer por los medios de comunicación que estaba siendo buscado. La furgoneta que había atropellado a varios peatones esa misma tarde en la Rambla junto a la Boquería había sido alquilada a su nombre.

El detenido iba a defender su inocencia ante los agentes, pero una vez arrestado en los calabozos se va calentando y le espeta a los dos mossos, según recogen las diligencias a las que ha tenido acceso COPE:  "Como me vuelvan a meter en la cárcel juro que mato a los que me detuvieron. Los mato a ellos y a sus hijos", dijo. La amenaza la repitió cuatro o cinco veces durante el turno de 12 horas de los agentes que lo custodiaban en los calabozos, según se recoge en el acta policial dentro del sumario 

El comportamiento de este individuo demuestra, según fuentes de la investigación, su carácter extremadamente violento. De hecho, no era la primera vez que vivía esa situación, según se desprende del sumario por los atentados del 17-A. Dris Oukabir cuenta con tres detenciones anteriores a manos de los Mossos d'Esquadra: Una de ellas por robo con violencia, otra por abuso sexual con penetración y una tercera por maltrato en el ámbito doméstico (por está causa fue condenado este mismo año 2018 a 6 meses de cárcel por haber maltratado a su pareja en 2017). Además le consta otra detención cuando era aún menor de edad.

Estos datos se suman a otros que vienen a incidir en el papel destacado y hasta de liderazgo de este presunto terrorista dentro de la célula que lideraba quien fuera imán de Ripoll, Abdelbaky Es Satty. El propio conductor de la furgoneta de las Ramblas, Younes Abouyaakoub (abatido días después por la policía en su huida), Mohamed Hychami (muerto en el enfrentamiento con los Mossos en Cambrills junto a otros cuatro terroristas) y el propio Driss Oukabir coiciden en las gestiones para el alquiler de dos furgonetas la tarde del 16 de agosto en las oficinas de Telefurgo. Una de ellas es alquilada con la documentación de Driss. Él siempre ha mantenido que ignoraba el verdadero destino de los vehículos y pudo demostrar que estaba en una cita con dos conocidos en e lmomento de los atentados.

Dos testigos protegidos señalan, sin embargo, ahora a Oukabir, cuyo hermnao Moussa tambien fue abatido junto al resto de la celula en Cambrills, como uno de los terroristas que fue visto varias veces en la casa de Alcanar (Tarragona) en la que guardaban unas 130 bombonas de butano y varios cientos de explosivo de fabricacion casera del tipo TATP, conocido como madre de Satán. Otro testigo, un camarero de Tona (Barcelona) asegura haberlo visto junto a Younes Abouyaakoub la tarde del 16 de agosto en el bar en el que trabajaba. Dris Oukabir, según el testigo, lideraba la conversación con quien luego resulto ser el conductor del vehiculo asesino. Venían de alquilar las furgonetas que, según estos datos, nunca llegaron a desplazarse a la casa de los explosivos porque a las 23.30h de esa noche el inmueble voló por los aires.

Esa voladura imprevista y la muerte, como consecuencia de la deflagración, del dinamizador de la célula. Es Satty les llevó a cambiar de manera improvisada los planes y realizar el primer ataque que se les vino a la cabeza con el material del que disponían porque daban por hecho que la Policía pronto descubriría en lo que andaba el grupo de los 12. Entre los planes que se barajan como el plan A que finalmente quedó bajo los escombros hay varias hipótesis.

Uno de los supervivientes de Alcanar, Mohamed Houli Chemial, llegó a admitir que pensaban atentar contra “monumentos” de Barcelona, pero “de noche”, para no causar víctimas. Esa declaración queda desmentida por los datos que figuran en el sumario: varios de los miembros de la célula aparecen fabricando chalecos con explosivos. En una foto se puede ver a tres en pleno trabajo fotografiados por Mohamed Houli; en una segunda foto el propio fotógrafo acompaña a los tres manufactureros del ingenio suicida-criminal. Otros fotogramas que recoge el sumario muestran luciendo el chaleco al conductor de la furgoneta, Younes Abouyaakoub, y a Yousef Aallaa, cuyos restos fueron los primeros en aparecer bajo los escombros de la casa de Alcanar.

Sorprende a la vista de la amplia instrucción del caso la cantidad de documentos encontrados entre los cascotes de aquella vivienda, situada a 300 Kms de la localidad de residencia de los yihadistas en Ripoll: numerosas facturas reflejan la compra de garrafas de acetona, de 25 litros cada una, así como la adquision un mes antes de otros 100 litros de peróxido de acetona o disolventes a modo de precursores para los explosivos. Materiales todos ellos con los que elaboraban el TATP y que no encendieron ninguna alarma en los comercios en los que los adquirían ni en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Los análisis telemáticos, de comunicaciones y documentales han permitido situar varios posibles objetivos (la Sagrada Familia o el Camp Nou en Barcelona, la Torre Eiffel en Paris, discotecas gays en Sitges...) como plan inicial de los terroristas. Son meras hipótesis fruto del análisis policial. NO hay una conclusión clara al respecto. Si está claro que los atentados del 17-A fue el plan B ante un fracaso de la célula terrorista cuyos planes nadie supo detectar.

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