Casado lidera hoy un descafeinado frente de los constitucionalistas contra Sánchez

Pablo casado ha convocado hoy a todas las fuerzas constitucionalistas para defender la unidad de España y la Carta Magna ante cualquier tipo de ataque por parte del Gobierno y de sus compañeros de viaje, pero su iniciativa se va a quedar a medio camino. Sus socios del Partido Aragonés Regionalista rechazan asistir porque supone abrir, dicen, un frente en el bloque constitucionalista; Coalición Canaria tampoco irá porque, según su portavoz, Ana Oramas, "no tiene nada que demostrar", y Ciudadanos se ha limitado a enviar a la cita al vicepresidente de la Mesa del Congreso, Nacho Prendes. De esta manera Albert Rivera quiere marcar distancias, de nuevo, con el líder del PP, aunque Casado, insistía en que en estos temas, "no hay colores, vamos todos juntos", decía. 

La intención inicial de los populares era situar en una misma foto a todo el espectro político a la derecha del PSOE, y elaborar una hoja de ruta que abarcaría todo tipo de temas que afectaran a la Constitución y a España, no solo los referentes a Cataluña, sino también, por ejemplo en el plano impositivo o educativo. El PP pretendía liderar ese frente con el argumento de que, al ser el partido más votado en ambas cámaras, tieme una mayor iniciativa parlamentaria, y puede hacer más preguntas en los plenos de control... pero su estrategia se ha topado con la dura realidad: ninguna formación quiere ceder cuota de protagonismo a quien puede comerle terreno político. 

La convocatoria coincidirá además con la publicación, por parte del CIS, de la encuestra previa a las elecciones andaluzas. Según los populares, sus sondeos les indican que pueden estar a dos escaños de alcanzar, junto a Ciudadanos, la mayoría absoluta, pero temen que el Centro de Investigaciones Sociológicas que dirige el ex-miembro de la Ejecutiva del PSOE, José Félix Tezanos, arroje un jarro de agua fría sobre sus expectativas, a pocas horas, además, de que comience la campaña electoral.  Un dirigente popular ironizaba ya con su resultado: "mayoría ultraabsoluta para el PSOE, 12 escaños para Vox, y 1 ó 2 para el PP".