Objetivo del Gobierno: que la oposición se retrate

El Gobierno busca hacer de la necesidad, virtud. Es consciente de que sus 137 diputados le hacen cada vez más difícil sacar adelante sus proyectos, sus reformas, pero quieren dejar claro ante los españoles que no son ellos los culpables de la inacción, que es la oposición la que bloquea sistemáticamente el avance del país. Así pues, el objetivo del Ejecutivo es obligarles a que se retraten.

El ejemplo más claro de esta estrategia está en los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno ha pasado de decir que no iba a presentar las cuentas públicas en el parlamento si no tenía los apoyos necesarios, a decidir todo lo contrario: registrarlos en el Congreso para dejar claro que, si continúa habiendo prórroga, es por culpa del PSOE, de sus socios de Ciudadanos, y del PNV. Si los PGE son rechazados, el Ejecutivo troceará algunas partidas para sacar adelante, entre otras cosas, a través de reales decretos-ley, la aportación a las CCAA, la oferta de empleo público, y la subida de sueldos de los funcionarios, y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Y si esos reales decretos-ley tampoco salen adelante, también se sabrá a quien culpar.

Lo que está claro es que la estrategia pasa ya por no esconderse, por pronunciarse en todos los debates, por intentarlo, porque, si tú no ocupas una silla, otros, principalmente la formación de Rivera, acaban ocupándola. Hay que dar las batallas, aunque se pierdan. Prueba de ello es la presentación de una enmienda a la totalidad para la ley de Igualdad LGTBI impulsada por Podemos... enmienda que, eso sí, no fue apoyada por ningún grupo el pasado jueves.

Algo similar se ha intentado hacer también para que los padres tengan la libertad de elegir en Cataluña si sus hijos cursan el 25 por ciento de las asignaturas en castellano. La iniciativa se ha encontrado, eso sí, con dos problemas: la sentencia del Constitucional, que el Ejecutivo no esperaba, y la falta de coordinación para saber qué se quiere hacer y cómo se quiere hacer. De momento el asunto ha quedado aplazado hasta el mes de abril.

Otro ejemplo de esta estrategia es el anteproyecto de ley de reforma de la prisión permanente revisable, un tema con escaso apoyo parlamentario pero con gran respaldo popular.

Al mismo tiempo Rajoy está multiplicando su presencia en toda España, en unas convenciones sectoriales en las que va apuntando nuevas propuestas y proyectos de su partido. El presidente del Gobierno aprovechará el impasse catalán para retomar también su agenda internacional. Este mismo lunes viaja a Túnez para reactivar las Reuniones de Alto Nivel con ese país, unas cumbres que quedaron suspendidas por la primavera árabe. La visita incluye una ofrenda floral en el museo de El Bardo, el lugar donde en marzo del 2015, el Estado Islámico acabó con la vida de 21 personas, entre ellas dos turistas españoles, Antonio Cirera y Dolores Sánchez.