Sánchez adapta de nuevo el Plan de Recuperación como reclamo del 4-M
La aprobación del proyecto en el Consejo de Ministros del día 27 se ajustará aún más a las urnas.
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El arranque oficial de la campaña electoral mantiene a Pedro Sánchez y a su núcleo duro sin motivos para ensoñaciones y, pese a que el Presidente ha convertido las urnas en un personal duelo con Isabel Díaz Ayuso, el 4-M va a toparse con un escarmiento si no media un vuelco milagroso y además de lectura en clave nacional. “Madrid no es España”, advierten ya preventivamente en la sala de máquinas socialista, situando la mirada en territorios donde “el ecosistema” es, según sostienen, mucho más proclive al Gobierno.
Sin embargo, ha sido voluntad de Sánchez otorgar máxima trascendencia a la pugna madrileña, incluso hasta para visibilizar una fingida disposición a sacrificar su ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, como vicepresidenta económica de un hipotético Ejecutivo autonómico encabezado por Ángel Gabilondo. Y ello cuando el consenso de los trackings internos sobre su mesa no auguran una mayoría alternativa de izquierdas para desalojar de la Puerta del Sol a Díaz Ayuso.
Sin suma aritmética que ofrezca un vuelco en los vaticinios, Pedro Sánchez ha buscado lanzar al ruedo presumibles apuestas de futuro para el PSOE-M. La misma Maroto, de la total confianza del Presidente, lleva tiempo copando las quinielas para jugar un papel en Madrid, al igual que ha empezado a hacerlo con la también desconocida Hana Jalloul, ex secretaria de Estado de Migraciones, ubicada como número 2 de la candidatura de un Gabilondo cuyo tren para convertirse en defensor del Pueblo parece a estas alturas haber pasado de largo.
En cualquier caso, La Moncloa marca cada paso a la organización y está volcada en salvar los muebles al máximo posible en los 15 días que restan para la apertura de las urnas con Sánchez como innegable protagonista de la pugna electoral. En su intento de engordar el apoyo social de sus siglas, ha condicionado decisiones como jefe del Ejecutivo a razones partidistas. De ahí su exposición por dos semanas consecutivas tras el Consejo de Ministros para proyectar el calendario de vacunación y el plan de Recuperación, sin aprobar, como ejes fundamentales de futuro de país. Un despliegue nada habitual en el Presidente que evidenció estar en campaña.
Mientras Sánchez sigue hablando a diario de la llegada de millones de vacunas – este domingo detalló en un acto en Ferraz la distribución de más de 13,5 millones de dosis entre las CCAA –, retrasa otra semana más la luz verde en Consejo de Ministros del proyecto centrado en el desembolso de los fondos europeos. Esto es, el día 27, siempre según la última previsión en manos de La Moncloa, y no este martes, tal y como definitivamente parecía previsto, antes de remitirlo a la Comisión Europea con fecha tope para hacerlo el 30 de abril. La demora – con la presencia añadida del Presidente en la XXVII Cumbre Iberoamericana en Andorra - serviría para acercar el Plan de Recuperación aún más a las urnas en Madrid.
Reformas obligadas aparte, intramuros el complejo presidencial coinciden en visualizar la llegada de 70.000 millones de euros – de los 140.000 millones previstos en total - en ayudas europeas, a invertir en los próximos 3 años, como su baza para regar España de un continuo y calculado goteo durante la Legislatura. “El foco quedará puesto en cada euro que llegue del plan ambicioso y trascendental plan económico”, incide el entorno presidencial que contempla llegar hasta 2023 sumando una clave más en la determinación por resistir de Pedro Sánchez. Entre julio y diciembre de ese año España asumirá la Presidencia rotatoria de la Unión Europea.