Martín Ovejero, asesor de comunicación no verbal, analiza los gestos de Donald Trump

“Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento” - Albert Einstein -

Con este propósito, a continuación, destacaremos los momentos en que la Comunicación No Verbal de Donald Trump nos ha resultado más interesante. 

1. UN ESPEJISMO DE MODERACIÓN: Sus primeras palabras, tras saberse ganador de las elecciones a la presidencia de EEUU, fueron mucho más moderadas que las de campaña. Desaparecieron los rostros de ira, asco y desprecio que tanto le habían acompañado, así como los gestos violentos de manos y brazos. Ahora bien, un detalle importante nos llamó mucho la atención: casi no sonrió pese a verse vencedor. Propusimos que podía deberse a no esperar, ni él mismo, su victoria, fue la parálisis de la sorpresa.

2. SALUDOS DE PODER: Trump quiere indicar quien manda desde el primer instante, con su saludo. Da mucha importancia a su manera de estrechar la mano a otros líderes mundiales. Es intenso, prolongado y lo más sorprendente, en ocasiones, al estrechar la mano, pega tirones hacia sí llegando incluso a desequilibrar a la otra persona, o también le da palmaditas con la otra mano.

El primer ministro japonés Shinzo Abe “pagó la novatada” y recibió tirones, palmaditas, no le soltaba… Hasta tal punto que, cuando concluyó, su rostro de alivio con ademán de querer levantarse fue extraordinario.

Los siguientes presidentes ya vinieron con la lección aprendida, y Justin Trudeau (Canadá), por ejemplo, desactivó a Trump conquistando su espacio y cogiéndole del hombro, lo que impidió así recibir el acostumbrado tirón de Trump. 

Ahora bien, con Vladimir Putin no se atreve, no le da ni tirones, ni palmaditas… es un saludo más de igual a igual. Incluso le llega a coger el brazo por debajo con su mano izquierda, parece más cordial y afable.

A continuación, vayamos observando algunos cara a cara que nunca olvidaremos:

3. MACRON / TRUMP: Los encuentros entre estos dos líderes han sido de los más “divertidos” desde un punto de vista del análisis no verbal. Primero Macron llegó a tratar de no dejarse intimidar por Trump y, si éste le pegaba tirones, Macron se los devolvía; si Trump se quería soltar del saludo, ahora era Macron el que no le dejaba marcharse. Pero Trump no podía dejar así las cosas. Así que, en otro encuentro posterior entre ambos, Trump se aferró a la mano de Macron y le dio sus palmaditas, casi le tira al suelo de un tirón, le mantuvo la mano cogida y no le dejó escapar hasta que él quiso, incluso las televisiones incluyeron un segundero, impactados por la duración de este saludo.

4. MERKEL / TRUMP: La canciller alemana Ángela Merkel sufrió a Trump. No es normal ver a un presidente ignorar tanto a otra persona, ya no digo ni líder mundial, como es este el caso.

En el posado ante los fotógrafos, ella dirigió la mirada a Trump en más de 10 ocasiones. ¿Cuántas veces se la devolvió Trump? Ninguna.

La mirada establece vínculos, ya sean de amor, de amistad, de buenas relaciones, de respeto, de cortesía… dependerá del contexto. Pues en este encuentro, el presidente de los EEUU parece que no quiso el más mínimo contacto visual con su homóloga alemana. Unas “sin miradas” para la historia.

Además, en varias ocasiones, Merkel desvió la mirada fugazmente hacia las manos de Trump. Se estaba pidiendo que ambos estrecharan sus manos, pero su “compañero” de sala hizo caso omiso a ese contacto físico de acercamiento. Pareciera que, con su comportamiento, quería decir: “ni te miro ni te toco.”

5. EL PAPA FRANCISCO / TRUMP: El presidente americano se mostró feliz por el encuentro, su sonrisa abierta así lo exteriorizaba, pero el rostro del Papa fue todo lo contrario. Importante hacer un comparativo del encuentro con Obama.

6. RAJOY / TRUMP: No olvidaremos el encuentro con Rajoy. Estuvieron relajados y cómodos. Incluso Trump le ofreció su mano con condescendencia (palma hacia arriba) a Rajoy. Tal vez solo sea que no ve en él una amenaza con quien deba dominar desde el primer instante. Si bien el presidente español parece mirar la mano de Trump pensando… “¿qué me harás a continuación?” Pues no pasó nada, todo normal.

7. COREA DEL NORTE. MENOS FUEGO Y FURIA:  Donald Trump responde a Kim Jong Un: “Corea del Norte se encontrará con fuego y furia”, sin embargo, Trump cambia su gestualidad por completo en esta declaración.

Cuando se indigna, Trump suele mover sus manos con agresividad, sacar a relucir el dedo índice y su rostro muestra ira, asco o desprecio. Pero en esta ocasión, mantuvo una gestualidad estática, apagada, que no corresponde a la que nos tiene acostumbrados. El lenguaje estuvo cargado de agresividad, sin embargo, su comunicación no verbal fue recatada, discreta, contenida. Existe una incoherencia total, lo que podría significar que este discurso, o le ha sido impuesto por otros o, aunque lo haya hecho él, no pareció confiar en lo que dijo. En general, parecía no sentirlo.

8. AQUÍ MANDO YO: Reunión de dirigentes en la OTAN. Increíble, pero Trump se ha quedado atrás mientras caminan; eso no lo puede permitir, así que se abre paso apartando obstáculos. Lo que ocurre es que esos “obstáculos” eran otros presidentes de naciones, en este caso el de Montenegro. Trump… ¡¡es así!!

9. GESTOS DE INSEGURIDAD: Pero hasta quien parece más seguro y poderoso, en ocasiones se siente débil. Hemos detectado cuáles pueden ser esos comportamientos que le delatan cuando se encuentra inseguro o incómodo con una situación. Son “gestos manipuladores” (contacto físico con objetos o personas) dirigidos hacia su propia ropa, habitualmente se coloca la corbata y/o los lados de su chaqueta.

9. LA RELACIÓN CON MELANIA TRUMP: Nada en Trump parece normal, y no se salva ni  la imagen que han dado a la opinión pública de su relación matrimonial. Hay momentos que han acaparado titulares y no justamente por su romanticismo, veamos algunos:

-LLEGADA A LA CASA BLANCA Y RECIBIMIENTO POR EL MATRIMINIO OBAMA: Tras bajarse Trump del coche oficial se olvida por completo de Melania, se saluda con los Obama y ni se vuelve a buscarla con la mirada. Es como si ella no existiera.

-NI ME TOQUES: Estas palabras parecía expresar Melania cuando le rechazó la mano a su marido en diversas visitas oficiales.

Analizando el lenguaje no verbal de ambos, consideramos que, con el paso de los meses, Melania ha ido adquiriendo mayor protagonismo en esta relación, no ha parecido una mera acompañante; cuando están juntos, nunca pasa desapercibida.

En conclusión, Trump no deja indiferente a nadie. o se le quiere o se le rechaza. Él no busca, con sus gestos, caer bien o mal, sí dominar a su interlocutor cuando le interesa. Este resumen de su comportamiento no verbal se refiere SOLO A UN AÑO, IMAGINEMOS SIETE MÁS.