Un año del incendio del Grenfell: la mitad de los afectados no han sido realojados o recompensados
Una retahíla de fallos humanos costó la vida de 72 personas
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Este jueves Londres recuerda otro fatídico día ocurrido en un 2017 para olvidar para la capital británica. Se cumple un año del incendio de la Torre Grenfell en el que fallecieron 72 personas y cientos de familias perdieron su hogar.
Ahora, 365 días después, la investigación continúa y más de la mitad de los afectados aún no han sido realojados o han recibido las ayudas que les prometieron. La torre de 24 pisos luce ahora recubierta con una tela blanca, con una apertura en el medio y en la parte posterior con un letrero en el que se puede leer "Grenfell, forever in our hearts" (Grenfell, siempre en nuestros corazones). Esta pasada noche además, estuvo iluminada de verde para recordar a las víctimas y afectados, así como diferentes edificios de toda la ciudad, incluida la residencia oficial de la primera ministra Thersa May, el 10 de Downing Street.
El fuego se originó a las 00:54 de la madrugada en la torre de viviendas situada en el barrio de Kensington, en pleno Nothing Hill. Una espectacular bola de fuego y humo arrasaba enseguida la mitad superior del edificio y se vivían momentos terribles. Todo se originó en un cortocircuito en una nevera del piso cuarto, a partir de ahí, en solo 3 horas el edificio ardió y se tardaron más de 2 días en apagar completamente el incendio.
El principal fallo fue que el revestimiento inflamable que cubría el edificio no cumplía las normas pero hubo más, las puertas anti-incendios cedieron a los veinte minutos y los bomberos no pudieron usar los ascensores para trasladarse con sus equipos a los pisos altos, ni emplear el suministro de agua del propio edificio. Además, en la comisión que lleva a cabo la investigación se ha revelado que los vecinos recibieron la orden de quedarse quietos durante los primeros momentos del fuego.
Una retahíla de fallos humanos que le costó la vida a 72 personas y que dejó a cientos de ellas sin hogar. De hecho, solo 82 de los 203 que salvaron sus vidas y residían en la torre han sido realojados en una vivienda nueva y permanente como se les prometió a todos los afectados. Algo por lo que el Gobierno ya ha pedido perdón y por lo que sigue recibiendo críticas sin cesar por parte de diversos sectores de la sociedad.
Del futuro de la torre poco se sabe, si será demolida o no se decidirá en los próximos meses. Lo único que quedó claro es que el Gobierno tuvo que acometer una reforma en la ley de seguridad de este tipo de edificios que le ha costado ya casi 1.000 millones de libras (más de 1.100 millones de euros) y obligó a cambiar el revestimiento que cientos de torres como esta tenía a lo largo de todo Reino Unido.