Así se usó, sin permiso, los datos de 50 millones de usuarios de Facebook
Cambridge Analytica obtuvo los datos de una app que recopilaba información sensible para influir en procesos electorales
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El escándalo no ha hecho más que empezar. La intimidad de 50 millones de usuarios de Facebook ha sido supuestamente violada y sus datos personales, usados sin su consentimiento para favorecer la campaña electoral de Donald Trump. La empresa de análisis de datos Cambridge Analytica tuvo acceso en 2014 a las bases de datos de Facebook, lo que supone una clara violación de las condiciones de confidencialidad de la compañía. La compañía británica, de la que es inversor el exjefe de campaña de Trump Steve Bannon, ya ha reconocido que accedió a esos datos con el propósito de desarrollar un programa informático destinado a predecir las decisiones de los votantes para así influir en ellas. Por el momento, Facebook ha rechazado que tenga que ver con las actividades de Cambridge Analytica, lo que la eximiría de haber violado los términos de su contrato de confidencialidad pero, al mismo tiempo, expondría a la empresa a la humillación de tener que reconocer que un agente externo logró acceder a sus bases de datos. Pero, ¿cómo pudo originarse esta filtración masiva de datos?
Cambridge Analytica, una consultora de marketing y publicidad para fines políticos y corporativos con sede en Londres, se creó en 2013 con una aportación de 15 millones de dólares del donante republicano Robert Mercer y Steve Bannon, que acabó siendo asesor de Trump. El analista financiero Alexander Nix era, hasta esta semana, su consjero delegado. Su función, según publica en su propia web, es la "investigación de consumo, publicidad dirigida y otros servicios relacionados con los datos tanto para clientes políticos como corporativos".
Cambridge Analytica obtuvo desde 2014 datos sobre 50 millones de usuarios de Facebook a través de una aplicación creada por el profesor de Psicología de la Universidad de Cambridge, Aleksandr Kogan. Esta app, llamada "thisisyourdigitallife", ofrecía al usuario completar un aparante inofensivo test de personalidad. 270.000 personas se descargaron la 'app' e iniciaron sesión con sus credenciales de Facebook. Facebook lo contrató al tratarse de un "trabajo para fines académicos". Pero la app no sólo cogía los datos de esas 270.000 personas, sino también de los amigos de estos. El radio de alcance fue inmenso. Kogan trabajó codo con codo con Joseph Chancellor, a su vez directivo de Cambridge Analytica. Y a ellos, finalmente, fueron a parar los datos recabados.
Kogan violó los términos de Facebook y ahora la investigación se centra en saber si Cambridge Analytica conocía esta violación y borró los datos obtenidos o los usó de forma consciente para influir en las elecciones norteamericanas. Brad Parscale, quien dirigió las operaciones digitales de Trump en 2016, dijo que la campaña no utilizó los datos de Cambridge Analytica, sino que se basó en los datos de los votantes de una operación del Comité Nacional Republicano.
La denuncia de la filtración ha salido a la luz gracias al testimonio de Christopher Wylie, un extrabajador de la compañía. El propósito, según él, era influir en el proceso electoral estadounidense de 2016. Wylie explicó que cruzaron los datos del test de Kogan con la información de Facebook para inferir perfiles psicológicos de cada usuario. Así, Cambridge Analytica logró saber cuál debía ser el contenido, tema y tono de un mensaje para cambiar la forma de pensar de los votantes de forma casi individualizada. Pero la compañía no solo envió publicidad personalizada, sino que desarrolló noticias falsas que luego replicó a través de redes sociales, blogs y medios.
Cambridge Analytica se defiende asegurando que no son los únicos que usan "datos de las redes sociales para extraer información sobre los usuarios" Sin embargo, es oficial que la campaña electoral del republicano Trump contrató a esta compañía en junio de 2016 y pagó más de seis millones de dólares.