El autor del tiroteo en Parkland fue investigado previamente por autolesionarse
Nikolas Cruz, el autor confeso de la matanza en un colegio de Florida se cortó los brazos con un cuchillo en 2016
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nikolas Cruz, el autor confeso de la matanza ocurrida el pasado día 14 en el instituto de secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland (Florida), fue investigado por cortarse los brazos con un cuchillo, según un informe de una agencia estatal recogido este sábado por un medio local.
Un informe del Departamento de Niños y Familias (DCF) de Florida, obtenido por el diario local Sun Sentinel, revela que el 28 de agosto de 2016 el joven publicó un vídeo en la red social Snapchat en el que se le ve infligirse cortes en ambos brazos con un cuchillo y afirmar que iba a comprar un arma de fuego.
Según el documento, la agencia fue avisada a través de una llamada a su teléfono de emergencia y partir de entonces inició una investigación.
La entidad calificó a Cruz como una persona "vulnerable" y estimó que era una "presunta víctima" de negligencia médica y de supervisión inadecuada por parte de su madre adoptiva, Lynda Cruz, quien falleció el año pasado.
Sin embargo, posteriormente un investigador de DCF concluyó que el joven recibía la atención adecuada de su madre así como del hospital Henderson Mental Health, centro que consideró que Cruz era "lo suficientemente estable para no ser hospitalizado".
Poco más de un año después, el pasado miércoles, el joven perpetró ingresó a la secundaria Douglas y abatió a 17 personas con un rifle semiautomático AR 15, que compró legalmente en el estado de Florida.
Tal como consta en el informe de DCF, la madre adoptiva informó a los funcionarios que su hijo había sido diagnosticado con autismo y que sufría de déficit de atención.
Para los abogados defensores del joven, este informe aporta evidencia de los problemas psicológicos que enfrentaba Cruz, expulsado de la escuela Marjory Stoneman Douglas por problemas disciplinarios, y del peligro que representaba para él mismo y para otros.
"Todo esto pudo evitarse", declaró al Sun Sentinel la abogada defensora Melisa McNeill, quien señaló que en este caso ha habido negligencia de por lo menos cuatro agencias e instituciones estatales, entre ellas la Oficina del Alguacil del Condado Broward.
La tarde del viernes, Scott Israel, el jefe de esta dependencia, reconoció que en los últimos años su agencia recibió por lo menos 20 llamadas alertando de la conducta errática de Cruz.
Entre la evidencia de la conducta errática del joven se suma también el hecho de que formaba parte de un chat privado en Instagram cuya temática era el odio hacia los afroamericanos, los inmigrantes y otras minorías, según reveló este sábado la cadena CNN.
"Habló sobre matar mexicanos, mantener a los negros encadenados y cortarles el cuello. Las declaraciones no fueron hechas en broma", revela la cadena, que logró ser aceptada en el grupo por uno de sus miembros.
"Creo que voy a matar gente", escribió el joven en otro momento de la conversación, ante lo que uno de los miembros le sugirió que no dijera cosas así. Cruz replicó que solo estaba bromeando.
El viernes, el FBI reconoció que cometió un error al no haber seguido los protocolos oportunos cuando fue alertado el 5 de enero pasado del comportamiento agresivo de Nikolas Cruz, y no alertó a su oficina en el sur de Florida.
Ese día, una persona cercana a Cruz les alertó de que el joven podía llevar a cabo un tiroteo en una escuela, puesto que poseía armas, había expresado deseos de matar a gente, tenía un "comportamiento errático" y hacía publicaciones "inquietantes" en las redes sociales.
En un mensaje que colgó en su cuenta de Instagram, Cruz publicó una foto de lo que llamó un "arsenal" y en la que se observan por lo menos siete armas de fuego, muchas de las cuales compradas en el último año según la Policía, además de un chaleco antibalas.
El autor confeso de la matanza busca declararse culpable de los crímenes para salvarse de ser sentenciado a la pena de muerte, según dieron a conocer sus abogados el viernes.
Mientras tanto, las muestras de solidaridad hacia los familiares de las víctimas no deja de incrementarse, como lo refleja que la campaña de recolección de fondos puesta en marcha en la plataforma GoFundMe tras la masacre haya superado este sábado el 1,1 millón de dólares, muy por encima de la meta inicial de 300.000 dólares.