Bruselas incluye las nucleares y el gas como energías verdes
La Comisión Europea ha presentado una clasificación de las inversiones, que recibe el nombre de taxonomía, y que determina cuáles son las inversiones verdes
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Para alcanzar la neutralidad climática en Europa hace falta dinero. Es ilusionante pensar que en 2050 se va a llegar a este objetivo pero al mismo tiempo hay que saber que alcanzarlo no es gratis y depende una serie de inversiones millonarias que se llevarán a cabo en los próximos años.
La Comisión Europea ha presentado una clasificación de las inversiones, que recibe el nombre de taxonomía, y que determina cuáles son las inversiones verdes y que ayudan a luchar contra el cambio climático y cuáles no. No es lo mismo invertir en una mina de carbón con la consecuente emisión de CO2 que hacerlo en placas solares.
La polémica llega porque Bruselas ha aceptado que las nucleares y el gas sean consideradas energías verdes que pueden ayudar a luchar contra el cambio climático. Muchos se llevan las manos a la cabeza porque cuesta entender que la energía nuclear, con los problemas de seguridad y residuos que genera, se pueda clasificar como verde.
Bruselas ha tratado de explicar el motivo de esta decisión. Para alcanzar los objetivos de neutralidad climática hace falta un periodo de transición. Este cambio necesita tiempo y es en este periodo donde las nucleares y el gas juegan un papel importante.
Por ejemplo la Comisión Europea ha propuesto que se considerarán sostenibles las centrales nucleares con permiso de construcción antes de 2045 y las plantas de gas con bajas emisiones hasta 2035. Durante este tiempo por tanto las nucleares y el gas serán consideradas energías verdes, algo que permite señalar a los grandes inversores y que ayudarán a que se alcance la neutralidad climática en Europa, cuál es el camino de cara a los próximos años.
DIVISIÓN EN EUROPA
Esta decisión de la Comisión Europea solo se puede rechazar con el apoyo de 20 de los 27 países de la Unión Europea que representen como mínimo al 65 por ciento de la población. El Parlamento Europeo también podría hacerlo con el rechazo de al menos 353 eurodiputados. Para estos debates se ha propuesto un periodo de cuatro meses, aunque analizando las sensibilidades tanto de los países como de los grupos parlamentarios en la Eurocámara parece complicado que la propuesta no salga adelante.
España ha sido uno de los países más críticos con esta iniciativa de la Comisión Europea. Francia mantiene su apuesta por la energía nuclear, algo que no comparte Alemania que sí apuesta por el gas.
Una división en Europa que no va a impedir que este medida cargada de polémica se apruebe y determine las inversiones que permitirán luchar contra el cambio climático.