Chernóbil, de infierno radiactivo a lugar para la esperanza

Te lo contamos cuando se acaban de cumplir 33 años del mayor accidente nuclear de la historia 

Chernóbil, de infierno radiactivo a lugar para la esperanza

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Corría el 26 de abril de 1986 cuando dos explosiones hicieron saltar por los aires el cuarto reactor de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania. A escasos 95 kilómetros de su capital, Kiev. En ese momento, aseguraron los testigos, la columna de luz y humo hacía casi impenetrable el aire de aquella zona. El estruendo de las deflagraciones hicieron presentir que lo que había ocurrido supondría un daño irreparable.

¿Qué ocurrió exactamente?

Se pretendía medir el tiempo que tardarían los generadores en refrigerar el reactor en caso de un hipotético corte de electricidad. Sin embargo, no se contemplaron las medidas de seguridad pertinentes, el sistema falló, y se lanzó a la atmósfera una radiación muy superior a la que los humanos podríamos tolerar. Se considera el mayor accidente nuclear de la historia, muy superior al de Hiroshima y Nagasaki en cuanto a radiación nuclear. 

Para sofocar la debacle, se llevó a 600 pilotos y se transportaron casi 5 mil toneladas de arena, ácido bórico y plomo. No obstante, la operación no fue fácil, porque el peso de la arena hacía que la estructura de la central pudiera venirse abajo, dejando al descubierto el magma radiactivo que, al contacto, con la masa de agua de la central hubiera supuesto una explosión termonuclear que habría afectado gravemente a la habitabilidad de Europa. Incluso se pidieron voluntarios para sumergirse en este agua contaminada, a sabiendas de que morirían en su intento de sellar el reactor, y llegaron. Las consecuencias fueron las esperadas. 

La última ofensiva se centró en aunar el uranio y el plutonio de la central para meterlo en un sarcófago y que no saliera el exterior. De junio a noviembre se utilizaron 400 mil toneladas de hormigón y 7 mil de acero. El resultado fue un sarcófago inquebrantable durante los próximos 30 años, que fue renovado y cubierto por otro  en 2010.

Después de esto, desde Moscú se envió una comisión para evaluar la situación y se determinó que lo sucedido había supuesto una radiació600 mil veces superior a la admisible. La peor parte se la llevó Prypiat, la ciudad creada exclusivamente para los trabajadores de la central. Sin embargo, la evacuación permitió sacar del lugar a más de un millón de personas en buenas condiciones durante ese mes, gracias también a los 600 mil liquidadores movilizados por la URSS. Además de mineros, científicos, soldados y obreros. Todos ataviados con trajes improvisados que llegaron a contar con armaduras de hasta 30 kilogramos para los casos más extremos.  

Actualidad

La llamada zona de exclusión, donde ocurrió la tragedia, es hoy un lugar de esperanza, con animales que vuelven a su hábitat natural y familias que regresan al lugar del que partieron por la radiación. Además, es una zona turística a la que se puede acceder a través de tours y que cada año lleva a más de 60 mil visitantes a la zona. De hecho, el turismo tiene un gran impacto en la economía local. Asimismo, las centrales de Chernóbil sirven para distribuir energía entre Ucrania y Bielorrusia. Ahora, no se descarta construir allí un gran depósito de combustible usado por Europa.

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