Un tiroteo en Montenegro deja al menos 10 muertos, dos de ellos niños, tras una pelea en un bar

Un tiroteo en el municipio montenegrino de Cetinje ha dejado al menos 10 muertos, entre ellos dos niños, y varios heridos, tras un altercado en un bar que derivó en una masacre. El autor del ataque, Aco Martinovic, un hombre de 45 años, fue encontrado horas después con heridas de bala en la cabeza, en lo que parece haber sido un intento de suicidio. El tirador falleció poco después en un hospital de la capital, Podgorica.

Los hechos tuvieron lugar este miércoles en Cetinje, a unos 30 kilómetros al noroeste de Podgorica, en una jornada que ha conmocionado al país. Según el Ministerio del Interior, el tiroteo comenzó en una taberna local, donde Martinovic inició la matanza tras una discusión. Tras el primer asesinato, se desplazó a otros tres puntos de la ciudad, acabando con la vida de al menos diez personas, aunque algunos medios locales elevan la cifra a 12 víctimas mortales, incluyendo siete hombres, tres mujeres y los dos menores.

Entre las víctimas se encuentran miembros de la familia del propietario del bar, así como algunos familiares del propio tirador. La televisión pública RTCG ha informado que Martinovic tenía antecedentes de comportamiento errático y que, en el pasado, ya había sido detenido por posesión ilegal de armas.

El tirador, armado con una pistola, logró huir del lugar tras el atentado, lo que desató una importante operación policial en su búsqueda. Tras varias horas de intensos operativos, la Policía localizó a Martinovic en un área cercana con graves heridas en la cabeza, probablemente autoinfligidas, lo que sugiere que intentó quitarse la vida tras la matanza. Fue trasladado al hospital, pero no logró sobrevivir a sus heridas.

Al menos 10 muertos

Ante la magnitud de la tragedia, el primer ministro montenegrino, Milojko Spajic, anunció la proclamación de tres días de duelo nacional en honor a las víctimas. Spajic también subrayó que el gobierno propondrá una ley que prohíba de manera total la posesión de armas por parte de civiles, con el objetivo de evitar que se repitan sucesos tan horrendos.

Montenegro, un pequeño país de los Balcanes, no es conocido por la frecuencia de tiroteos masivos, pero este incidente recuerda que, a pesar de las estrictas leyes sobre el control de armas, el país y la región en general siguen luchando contra la proliferación de armas ilegales, muchas de ellas provenientes de los conflictos bélicos que azotaron la antigua Yugoslavia en los años 90.

El suceso, que ha paralizado a la sociedad montenegrina, se produce apenas un año después de otro tiroteo masivo en el que murieron 11 personas, entre ellas dos niños. Este trágico antecedente subraya la persistencia del problema de la violencia armada en la región, que sigue siendo una preocupación para las autoridades y la población.