Confinar solo a los mayores: la polémica decisión que ya se estudia en Italia

Los confinamientos están a la orden del día. No solo en España sino en toda Europa. Los Gobiernos y las autoridades sanitarias trabajan sin descanso para encontrar una forma para detener la expansión del virus en sus territorios. Las estrategias, muchas de ellas aún sin terminar de dar resultados, han dejado espacio para una alternativa que a varios expertos se les había pasado por la cabeza en los meses más complicados de la pandemia en marzo y abril, pero que muy pocos han sido capaces de transmitirla.

Se trata de confinar solo a los grupos de riesgo, especialmente a las personas mayores de 70 años. Una posibilidad que, en medio de la segunda ola de la pandemia, los dirigentes políticos no han descartado. Ha sido especialmente en Italia durante este fin de semana cuando varios presidentes regionales han solicitado al primer ministro, Giuseppe Conte, que estudie la posibilidad y la implante con el fin de mantener a salvo a este sector de la población.

Una decisión que se ha generado en base a los datos epidemiológicos de la enfermedad. En España, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) y tal y como recoge el medio ABC, el 84% de las muertes por coronavirus que se han registrado desde el día 10 de mayo se corresponden con personas mayores de 70 años. El informe reconoce, de hecho, que "el porcentaje de hospitalizaciones y defunciones por covid aumenta con la edad".

La posibilidad que se estudia en Italia

En Italia son más de 17 millones de habitantes los que superan los 60 años, edad desde la que se considera a una persona de riesgo frente al coronavirus. Este fin de semana, los presidentes regionales de Piamonte, Lombardía y Liguria han pedido limitar la movilidad tan solo a las personas mayores de sesenta años.

Una posibilidad que no es la primera vez que se pone sobre la mesa, pero por el momento ha sido rechazada por la gran polémica que hay detrás. El primer rechazo se remonta a abril, cuando los técnicos del Gobierno italiano la propusieron y las protestas en Italia crecieron con el paso de los días, por lo que aque la posibilidad quedó en el olvido.

Sin embargo, y lo que sí se ha puesto en marcha en la ciudad alemana de Tübingen, ha introducido de forma experimental el modelo sueco, que básicamente consiste en intercambiar restricciones generales por una protección específica de los grupos de riesgo, es decir, los ancianos. Las medidas consisten en la puesta en marcha de un conjunto de taxis municipales para que los ancianos eviten el uso del transporte público. Asimismo han implantado una franja horaria solo para ellos, para que puedan frecuentar los comercios y evitar las grandes aglomeraciones sin miedo a coger el virus.