Continúa la ola de violencia en Londres con 7 apuñalamientos más en las últimas 24 horas
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La oleada de violencia en Londres no cesa y los datos siguen siendo preocupantes. Después de descubrirse que Londres supera ya en la tasa de asesinatos a Nueva York en lo que va de año, seguimos conociendo casos de apuñalamientos no mortales en la capital británica. En las últimas 24 horas hasta siete se han dado en la capital británica, ninguno de ellos mortal. Además, en cinco de los casos las víctimas fueron adolescentes.
Todo después de presenciar un marzo negro en términos de violencia, el peor en 10 años, con 22 fallecidos a lo largo y ancho de la ciudad y que sitúa en 51 el número de asesinados en Londres en lo que va de 2018. Con estos números no parece difícil que se superen los 116 asesinatos del año pasado.
Aquí, a diferencia de lo que sucede en Nueva York el problema no son las armas de fuego, sino los cuchillos. En más del 65% de los casos, en 35 ocasiones, los fallecidos han sido apuñalados. Una cifra que no se veía desde el año 2011. No en vano en los últimos dos años ha habido entre 8 y 15 incidentes con cuchillo de promedio cada día en Londres, según la Policía Metropolitana.
Sin que nadie sepa responder a esas preguntas de forma clara, todas las miradas apuntan a un repunte y propagación por toda la ciudad de distintas bandas callejeras que controlan el tráfico de drogas y que reclutan cada día a más jóvenes y adolescentes marginados socialmente o con dificultades económicas.
Un problema más para la policía, ya que hace años el foco de este problema se solía centrar en los barrios del este (el barrio de Hackney es comparado a menudo con el Harlem de Nueva York), más peligrosos que otras zonas de la capital. Ahora, aunque muchos de estos homicidios se producen allí, el problema se ha extendido y es más difícil de atajar para las autoridades.
Por eso la preocupación se ha apoderado de las calles de la capital británica. La oleada de violencia y de asesinatos que muchos consideran ya una “epidemia” está causando pánico y miedo en los ciudadanos londinenses que ven como las estadísticas sitúan a su ciudad por encima ya en nivel de peligrosidad de la de Nueva York.