El 'impeachment' desde dentro: agua, leche y chocolatinas
El juicio político para la destitución del presidente Trump se celebra tanto dentro como fuera del salón de plenos del Senado
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El juicio político para la destitución del presidente Trump - conocido como "Impeachment" - se celebra tanto dentro como fuera del salón de plenos del Senado. En su interior los senadores no tienen la posibilidad de intervenir, no pueden consultar sus teléfonos móviles ni ningún otro aparato electrónico. No pueden tampoco leer nada que no esté relacionado con el caso. Muchos ocupan las horas dibujando, jugando con lápices y a alguno se le ha visto durmiendo. En el escenario del “impeachment”, los senadores solo pueden consumir agua y leche –el café y, por supuesto, las bebidas alcohólicas están prohibidas-. En uno de los pasillos de hemiciclo hay un pequeño mueble con dos cajones que guardan golosinas- fundamentalmente chocolatinas- , que sí pueden consumir. Es un mueble que tanto demócratas como republicanos consideran neutral. Hay chocolatinas para todos.
Es al final de las sesiones o en las escasas pausas que permite el procedimiento cuando los senadores expresan sus opiniones. En las primeras horas del juicio tuvieron que escuchar –ya de madrugada- como uno de los fiscales demócratas acusaba a los senadores republicanos de un comportamiento traicionero, de ser cómplices de la operación de encubrimiento del presidente Trump por rechazar las declaraciones de nuevos testigos y el examen de nuevos documentos. “O buscan la verdad –decía uno de los fiscales- y permiten las declaraciones de nuevos testigos o serán participes de un vergonzoso encubrimiento. La historia, el electorado –concluía el fiscal- los juzgara”. El Senado- repetían los fiscales demócratas- también está siendo juzgado.
Estas afirmaciones no gustaban ni a republicanos ni tampoco a los demócratas. “Esto es un insulto al Senado -decía un senador republicano- no tenemos por qué seguir en el circo de payasos que se montó en la Cámara de Representantes”. Para los senadores demócratas tampoco es esta la estrategia adecuada si se trata de convencer a los republicanos para que acepten nuevos testigos y documentos y para que destituyan al actual presidente de los Estados Unidos. “Este no es el camino - decía otro senador demócrata- hay que escoger mejor las palabras”. Palabras que tampoco cuidaba el presidente Trump cuando decía que los demócratas eran malos y corruptos. Trump provocaba a los fiscales al afirmar que tenía los documentos que buscan los demócratas. “Nosotros –decía Trump- tenemos todo el material. Ellos no tienen el material”.
El propio presidente del tribunal supremo , John Roberts, el encargado de dirigir las sesiones del juicio tuvo que intervenir para recordar a fiscales y abogados defensores que fueran conscientes del lugar en el que se encontraban y al que se dirigían: el Senado de los Estados Unidos.