La UE es incapaz de lograr un acuerdo sobre el tope al petróleo ruso que ha propuesto el G7
Se impondrían como sanción por su agresión sobre Ucrania y que el bloque comunitario incluyó en uno de sus paquetes de represalias
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Los gobiernos de la Unión Europea fueron incapaces de lograr hoy un acuerdo sobre el tope al precio del petróleo de Rusia que las potencias del G7 quieren imponer a Moscú como sanción por su agresión sobre Ucrania y que el bloque comunitario incluyó en uno de sus paquetes de represalias.
Los embajadores de los Veintisiete ante la UE intentaron salvar las diferencias entre dos grupos: por un lado Grecia, Malta y Chipre temen las consecuencias que podría tener para sus cargueros imponer un tope de 65 dólares por barril; y por otro Polonia y los bálticos reclaman una medida más dura y con mayor impacto sobre el Kremlin, explicaron a EFE varias fuentes diplomáticas.
El encuentro de los embajadores se prolongó desde primera hora del día hasta las 21.30 horas en que terminó sin acuerdo. Ahora, República Checa, como presidencia de turno de la UE, intentará encontrar posibles zonas de aterrizaje en contactos bilaterales antes de reunir de nuevo a los embajadores con vistas a lograr el pacto antes de que acabe la semana.
El tope al precio del gas ruso del G7 no afecta directamente a la UE, que ya decidió prohibir a partir del 5 de diciembre las compras de crudo ruso (salvo las del oleoducto del que se nutre Hungría), pero sí perjudicaría a los buques cargueros que transportan el petróleo de Moscú, algunos de los cuales tienen bandera griega, maltesa o chipriota.
En particular, el tope del G7 supondría prohibir el seguro y reaseguro, así como otros servicios financieros, sobre todos aquellos barcos que carguen petróleo ruso adquirido a un precio superior al del tope, lo que en la práctica dificultaría las propias compras o su posterior transporte.
Por eso, el tridente formado por Grecia, Chipre y Malta reclama un tope que se sitúe por encima de los 65 dólares que tenían los Veintisiete encima de la mesa, mientras que Polonia y los bálticos, siguiendo la línea dura que mantienen desde el inicio de la agresión, creen que un tope tan alto apenas dañaría la economía rusa.
Así, el desacuerdo entre los socios del club comunitario mantiene por ahora bloqueada la sanción de las siete mayores potencias mundiales, que fue propuesta por la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, para reducir los ingresos de Rusia por sus exportaciones de crudo y evitar que el precio del petróleo siga aumentando.
Desde primera hora de hoy surgieron rumores sobre la posibilidad de que la UE llegase a un acuerdo unánime que permitiera al G7 anunciar oficialmente la sanción, pendiente de las decisiones en Bruselas, lo que redujo la cotización del petróleo intermedio de Texas (WTI) en la apertura de los mercados.