Italia se enfrenta a un preocupante aumento de la xenofobia y el racismo

“Los inmigrantes son una bomba social, lista para explotar”, ha dicho recientemente Berlusconi 

Italia se enfrenta a un preocupante aumento de la xenofobia y el racismo

Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La Agencia Europea para los Derechos Fundamentales lleva años constatando que el odio racial crece en Europa, pero en Italia, a un mes de las elecciones, la campaña política está poniendo sobre la mesa algunas declaraciones que se convierten en auténticas bombas de relojería en una sociedad que se encuentra dividida tras padecer en los últimos dos años un alarmante auge de la xenofobia alimentada por discursos racistas. Tenemos un ejemplo en lo ocurrido en Macerata el pasado sábado, cuando un sujeto llamado Luca Traini, excandidato de la Liga Norte, disparó con una pistola semiautomática a seis personas negras, tan solo porque “decidió matarlos a todos”, según declaraciones a el Corriere della Sera.

Y aunque el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, viendo lo que se avecinaba se apresuró a pedir que ningún partido utilizase el ataque para obtener réditos políticos ante la cercanía electoral, el líder de la Liga, Matteo Salvini, echó leña al fuego con su discurso ya habitual: “Para los inmigrantes clandestinos, tantos derechos. Para los italianos, tantos deberes. En un mes, la música cambiará”. Como un claro ejemplo de que se está rompiendo el equilibrio, el propio alcalde de Macerata, Romano Carancini, del Partido Democrático, ha advertido con claridad: “Desde 2015 la ciudad ha cambiado. Hay muchísimos extranjeros. En Macerata, quien era racista, ahora se arma; y quien no lo era, ahora se está convirtiendo en racista”.

El último en meter baza ha sido il Cavalieri: “Los inmigrantes son una bomba social, lista para explotar”. El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi ha enarbolado el tema de la inmigración como una de las líneas fundamentales de su campaña electoral: “Cuando estemos en el gobierno invertiremos muchos recursos económicos en seguridad”. Esto se traduce en que desea expulsar del país a los inmigrantes que no tienen derecho a permanecer y según él “viven de expedientes y delitos”

Nadie duda que el detonante del aumento de grupos extremistas y xenófobos en Italia ha sido el incremento de la inmigración, con casi 300.000 personas desembarcadas en Italia en los dos últimos años, un problema lógico al que hay que poner solución. Por cierto, en estos momentos el centro-derecha se sitúa primero en las encuestas, muy próximo al 40 por 100, un porcentaje que podría proporcionarles la mayoría parlamentaria.

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