Italia rinde homenaje a los asesinados por los nazis en el aniversario de la Matanza en las Fosas Ardeatinas
Hoy hace 79 años, como represalia a un ataque de la resistencia en el que murieron 35 alemanes, los nazis ejecutaron a 10 italianos por cada soldado alemán muerto
Roma - Publicado el - Actualizado
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El 23 de marzo de 1944 miembros de la resistencia italiana colocaron una bomba en la Via Rasella de Roma al paso de un destacamento de soldados alemanes. En el atentado murieron 33 soldados y la reacción del ejército nazi fue brutal.
Idearon una represalia que escarmentara a quien tuviera en mente realizar nuevos atentados. El teniente de las SS Herbert Kappler y el teniente general Kurt Mälzer, comandante de la Wehrmacht en Roma, dispusieron que por cada militar alemán muerto se ejecutara a diez italianos. Las víctimas fueron escogidas entre los detenidos en la cárcel Regina Coeli, prioritariamente condenados a muerte, pero para poder cumplir el cupo ampliaron la lista incluyendo prisioneros políticos y cincuenta y siete judíos.
Los reunieron cerca de unas fosas situadas en las afueras de Roma en la Via Ardeatina, una zona en la que abundan catacumbas cristianas. Al tratarse de fosas en el extrarradio permitían llevar a cabo las ejecuciones en secreto, y además ocultar los cadáveres con suma facilidad. El mayor de los detenidos sobrepasaba los 70 años y el menor tenía 15 años.
En la tarde del 24 de marzo de 1944, una vez reunidas las víctimas en las Fosas Ardeatinas, se dieron cuenta de que habían excedido el cupo en 5 personas (335 en vez de las 330 indicadas en la orden). Decidieron matarlos también para que no hubiera testigos. Para ahorrar munición las ejecuciones se realizaron con un tiro en la nuca. Colocaron a los reos de rodillas de cinco en cinco cobre los cadáveres de quienes habían asesinado previamente. Para ocultar el crimen e impedir que hubiera supervivientes minaron las cuevas para sellar su entrada.
Hoy en día se ha construido un mausoleo en el que se honra la memoria de las víctimas en cada aniversario
Una comunidad de salesianos, los primeros en descubrir la matanza
Muy cerca de las Fosas Ardeatinas, en el “Instituto de San Tarcisio” vivía una comunidad salesiana, que además se encargaba del cuidado y mantenimiento de las catacumbas de San Calixto.
Se dieron cuenta de que algo grave estaba ocurriendo al comprobar que los soldados bloqueaban las vías de acceso y llegaban camiones cargados de personas. Testigos contaron que la ejecución duró desde las 15:30 hasta las 20 horas y después se escucharon fuertes detonaciones.
Según relata la agencia de noticias salesiana, la primera confirmación de la matanza la tuvo en la mañana del sábado 25 de marzo el salesiano húngaro Louis Szenik, quien logró descifrar una conversación entre soldados alemanes.
Como ellos tenían acceso a los subterráneos cercanos a las Fosas Ardeatinas, tres salesianos de la comunidad realizaron una inspección en las excavaciones y lograron divisar los cuerpos de los asesinados. Comunicaron inmediatamente al Papa la terrible matanza.
Esa misma noche los salesianos llegaron hasta las cuevas para rezar y llevar flores a los asesinados. Muy pronto corrió el rumor de lo sucedido y a pesar de la prohibición de acercarse al lugar de la matanza muchas personas acudían en busca de sus seres queridos. El 1 de abril, los alemanes hicieron explotar una bomba para impedir de manera permanente el acceso a las Fosas Ardeatinas.