Carmen fue al supermercado durante el apagón eléctrico y la cajera no se creía cómo iba a pagar: "Me dijo que si tenía"
Esta vecina madrileña fue de Atocha a su casa andando al volver del trabajo y decidió entrar a la única cadena que estaba abierta en la zona en la que vive

Carlos Moreno 'El Pulpo' conoce la historia de Carmen María durante el gran apagón eléctrico
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El gran apagón eléctrico que dejó a buena parte de Madrid a oscuras quedará grabado en la memoria de muchos vecinos. Entre ellos, Carmen María, una madrileña de Carabanchel que vivió una jornada digna de contar. Mientras la electricidad desaparecía y el caos se apoderaba del transporte público, Carmen decidió no rendirse: anduvo desde Atocha hasta su casa y, al llegar, protagonizó una anécdota insólita en el supermercado.
"Cuando llegué a casa, me cambié porque estaba sudando, no, lo siguiente, después de cinco horas atrapada en el transporte", relataba Carmen en los micrófonos de Poniendo las Calles con Carlos Moreno 'El Pulpo'. Con la incertidumbre de no saber cómo evolucionaría la situación, se dirigió al único supermercado que permanecía abierto en su zona. "Entro y digo: '¿Qué ha pasado aquí? ¡Un tsunami!'. Estaba todo vacío, ni una botella de agua quedaba", explicaba.

Exteriores del Movistar Arena donde un centenar de pasajeros pasaran la noche hasta que se reanude la circulación de trenes tras el apagón eléctrico que se ha producido hoy lunes en la Península Ibérica
La escena era desoladora: estanterías arrasadas, como en los peores momentos del confinamiento de 2020. Carmen solo pudo encontrar un plátano y una manzana, su pequeño botín para afrontar las siguientes horas. "Me agacho, veo una manzana... y digo: 'Pues cojo la manzana también'". La falta de suministro y la histeria colectiva habían hecho mella en los establecimientos, como ya ocurrió en otras situaciones de emergencia, cuando se produjo el fenómeno Filomena.
Una compra de supervivencia
Al llegar a la caja, Carmen se encontró con otra sorpresa. Sin datáfonos operativos por el apagón eléctrico, muchos clientes no podían pagar sus compras. Sin embargo, ella estaba preparada: "Me pregunta la cajera: '¿Tienes tarjeta?'. Y digo: 'No, tengo efectivo'". La joven dependienta, sorprendida, comprobó que aún quedaban maneras tradicionales de hacer las cosas. "Me dijo que si tenía", contaba Carmen entre risas, recordando el alivio que supuso poder pagar sin complicaciones en una situación tan complicada.
El importe de su compra fue casi simbólico, pero para Carmen representaba mucho más: "Digo: 'Mira, capicúa. Esto es que voy a tener suerte hoy o mañana'". Y es que, en medio de la adversidad, el buen humor y la resiliencia fueron sus mejores aliados.
A pesar de todo, Carmen no se dejó vencer por el miedo. "Esto ya pasó en mi zona el verano pasado. No me asusté porque sabía que sería algo parecido", reconocía. Mientras otros se desesperaban por la falta de información, ella recurrió a su vieja radio de pilas, un gesto que hoy cobra aún más valor. "Lo primero que hice al llegar a casa fue sacar mi radio y ponerme a escuchar la COPE", relataba orgullosa, recordando cómo la radio volvió a ser un salvavidas en tiempos de crisis, tal como se destaca también en los manuales de protección civil.

Un niño con una lampara mirá desde el balcón la calle todavía a oscuras esta madrugada en el centro de Barcelona durante el corte de suministro eléctrico que afecta este lunes a España y que ha dejado sin servicio el metro y el tranvía de Barcelona y todas las líneas de ferrocarril, y sin red de teléfonos móviles ni internet
Carmen María demostró que, incluso en los momentos más complicados, el ingenio y la calma pueden ser la mejor respuesta. Y que, en pleno siglo XXI, el efectivo, una radio de pilas y una sonrisa siguen siendo herramientas imprescindibles.