Las razones por las que Donald Trump quiere comprar Groenlandia a Dinamarca
Detrás de las intenciones del presidente de Estados Unidos se esconden motivos geoestratégico de mercado
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmaba en la última semana la información del Wall Street Journal sobre su intención de comprar el territorio de Groenlandia a Dinamarca, una propuesta que el propio gobierno danés ya ha rechazado y que ha resultado en un simulacro de conflicto internacional. El propio Trump ha cancelado una visita programada para el 2 y 3 de septiembre al país nórdico tras la negativa de Copenhage a discutir la posible compra. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, se mostró este miércoles "sorprendida" por la suspensión de la visita aunque, asegura, no afectará a la relación entre ambos países.
Pero, ¿en qué beneficiaría a Donald Trump comprar Groenlandia? Con una población de 56.000 personas, el territorio forma parte de Dinamarca en la actualidad. Los efectos del cambio climático hacen que el Ártico esté en proceso de deshielo y, tanto Rusia como China tienen las miradas puestas en el nuevo tablero mundial que quedaría.
La primera explicación que se esconde tras las intenciones de Trump radica en que Groenlandia provee de una de las fuentes más importantes de metales raros en el mundo. La mayoría de los teléfonos móviles y ordenadores portátiles que se fabrican en el país norteamericano en los últimos años se fabrican gracias a estos metales. Hasta ahora las empresas estadounidenses se abastecían de estos metales gracias a China, pero gracias a una posible compra de Groenlandia dejaría de ser necesario.
EL DESHIELO Y LA PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO Y GAS
La otra explicación tras este “movimiento inmobiliario” es precisamente el mapa mundial tras el más que probable deshielo del Ártico. Según se recoge en el informe remitido al Congreso del Departamento Estretégico de Defensa en el Ártico, esta nueva era traerá nuevas rutas marítimas y de comercial al norte del globo mundial y que acortará la distancia con el norte de Europa. Además, Groenlandia supone en la actualidad el 22% de la producción mundial de petróleo y gas, lo que dejaría en manos de Estados Unidos una gran baza en el comercio de gas en Europa desde una posición mejor geográficamente si cabe que la de Rusia.
En cualquier caso, no es la primera vez que EEUU está interesado en hacerse con el territorio ártico. Ya el presidente Harry Truman ofreció en 1946 cien millones de dólares. Una oferta que rechazaron los daneses. En este caso, se especula en algunos medios que la oferta de Trump podría alcanzar los 500 mil millones de dólares.