Los candidatos a las presidenciales venezolanas cierran campaña con una batería de promesas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los dos principales candidatos a las cuestionadas presidenciales del domingo en Venezuela, Nicolás Maduro y Henri Falcón, cerraron sus campañas con una batería de promesas, muchas conocidas, como la llamada a un diálogo político y el pago a los funcionarios en dólares respectivamente. Unas ofertas que se centraron, como toda la campaña, en soluciones para hacer frente a los problemas económicos por los que pasa el país desde hace meses y que el Ejecutivo achaca a una "guerra económica" por parte de países no afines ideológicamente. Como de costumbre, el oficialismo cerró sus actos proselitistas en la avenida Bolívar de Caracas con un despliegue culminado en una enorme tarima desde la que Maduro aseguró que será reelegido para seis años en los que piensa resolver los problemas económicos y en la que estuvo acompañado del exfutbolista argentino Diego Maradona. "Llamo desde ya a la paz, al diálogo, yo voy a convocar a una gran jornada de diálogo nacional para un acuerdo de recuperación económica, de crecimiento económico, de protección de la economía nacional", sostuvo Maduro frente a miles de simpatizantes.
El también presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) expuso que esta propuesta va acompañada de debates en los 23 estados y que contará con la participación de empresarios, representantes de la clase media, partidos políticos, entre otros. "Vamos a hacer un gran diálogo, y para el diálogo hay que aprender a oír, hablar con respeto, yo quiero convertirme en el gran oído de la patria y escuchar las ideas, el clamor, las propuestas de un pueblo que sabe lo que hay que hacer para acabar con las mafias económicas", sostuvo. Llamó a los venezolanos a "un gran combate" tras las elecciones pero antes, añadió, necesita que le den "el poder político" respaldándole en las urnas. "Yo llamo a un gran diálogo nacional para darle una gran oportunidad a Venezuela, de un nuevo comienzo, y aprender a hacer las cosas de nuevo para hacerlas mejor, para hacerlas bien, en revolución rumbo al socialismo", dijo al reiterar su llamado a un nuevo diálogo político con la oposición.
Su principal rival según varias encuestas, Henri Falcón, se fue hasta Barquisimeto, capital del estado Lara (oeste) del que fue gobernador, para arroparse de sus fieles y pedirles que defiendan el voto el 20 de mayo. "Vamos a los centros electorales, y en los centros electorales vamos a llevar gente a votar y después nos vamos a quedar ahí porque vamos a defender la victoria electoral", pidió Falcón a sus seguidores. Recordó su promesa de dolarizar los salarios de los empleados públicos, prometió que no defraudará "al pueblo de Venezuela" y juró que librará al país petrolero "de la dictadura". "Lo juro, juro que libraré a Venezuela de la dictadura, lo juro en el nombre de Dios y de la Divina Pastora", afirmó.
El tercero en la mayoría de los sondeos, el expastor Javier Bertucci, que adelantó a ayer su cierre de campaña, se centró en su cuenta de Twitter para informar a la ciudadanía que los voluntarios de Esperanza para el cambio ya está listos en los puntos de votación. "Le informo a todo el país que hemos cubierto el 100% de los centros electorales a nivel nacional con miembros y testigos de mesas acreditados por el CNE (Consejo Nacional Electoral). Este domingo el país vota masivamente ABAJO Y AL CENTRO, BERTUCCI PRESIDENTE", publicó en su cuenta. El cuarto y que ha mantenido más bajo perfil, el ingeniero Reinaldo Quijada, finalizó sus actos proselitistas en el barrio de Petare en el este de Caracas, informaron medios locales.
Por su parte la principal coalición opositora, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), reiteró su postura abstencionista ante unos comicios que consideran un fraude, una decisión apoyada, entre otros, por Estados Unidos, el Parlamento Europeo y varios gobiernos latinoamericanos. "La unidad democrática no reconoce el evento que va a realizar el día domingo el Gobierno nacional unido al PSUV y a un CNE que no ha dado la talla para ser un árbitro realmente imparcial", sostuvo el diputado Juan Pablo Guanipa quien reiteró el llamado a los votantes a "no asistir a esa farsa" electoral. El CNE por su parte aseguró hoy que el llamado a las urnas será reconocido en el mundo. "Estamos seguros de que va a ser reconocido por todo el mundo, estamos convencidos de que la mayoría de las naciones del mundo aceptarán y respetarán esta voluntad soberana del pueblo de Venezuela", dijo la presidenta del organismo, Tibisay Lucena.