Los motivos por los que buena parte del personal sanitario alemán rechaza la vacuna

El Consejo de Ética alemán evalúa la posibilidad de obligar al personal sanitario y a los cuidadores de ancianos a ponerse la vacuna contra el coronavirus

Los motivos por los que buena parte del personal sanitario alemán rechaza la vacuna

Rosalía Sánchez

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El presidente regional de Baviera, Markus Söder, ha pedido que el Consejo de Ética alemán, el órgano que debate cuestiones especialmente delicadas desde el punto de vista de la ética y cuyo dictamen es vinculante para el gobierno alemán, que evalúe la posibilidad de obligar al personal sanitario y a los cuidadores de ancianos a ponerse la vacuna contra el coronavirus. El motivo es que buena parte de este personal, que figura entre los grupos prioritarios del plan de vacunación de Alemania, (CSU), rechaza la vacuna, ya disponible y repartida estrictamente de forma voluntaria.

“La vacunación debe ser voluntaria, no debe haber vacunación obligatoria para ciertos grupos profesionales ”, ha defendido el jefe del sindicato de trabajadores de los servicios públicos Verdi, Frank Werneke. Hasta ahora, en efecto, la política había descartado estrictamente una obligación de vacunación en Alemania, pero Söder insiste en que, en vista de los porcentajes de vacunados, es necesario el debate.

El Partido Socialdemócrata (SPD), que forma parte de la gran coalición con la que Merkel gobierna, ya se ha manifestado en contra de tal iniciativa. “Nuestro objetivo es convencer a la gente. Rechazamos una vacunación obligatoria ”, ha declarado el vicepresidente del grupo parlamentario Bärbel Bas. El ministro federal de Trabajo, Hubertus Heil, ha recordado que “por el momento está prohibido especular sobre la vacunación obligatoria". Friedrich Merz, candidato a la presidencia de la CDU como sucesor de Merkel, también ha reconocido que “no soy un fanático de las vacunas obligatorias" y ha pedido una "recomendación clara" para la vacunación.

Los motivos por los que buena parte del personal sanitario alemán rechaza la vacuna

EFE/Enric Fontcuberta/Archivo

Personal sanitario que se niega a vacunarse

Tras este debate hay miles y miles de enfermeros que se niegan a vacunarse, como Ana, que tiene 27 años y trabaja como enfermera en Berlín. Ni se ha puesto, ni se pondrá la vacuna. “A estas alturas, después de todos estos meses trabajando con pacientes de coronavirus y rodeada de asintomáticos, intuyo que ya he testado el virus sin síntomas, de manera que es mejor que aprovechen las vacunas para las personas que realmente lo necesiten”, justifica. “Hasta el momento no se sabe nada sobre los riesgos a largo plazo y yo ya di positivo en un test hace dos meses, por lo que cuento con cierto nivel de inmunidad”, dice por su parte Christofer, polaco empleado en la asistencia a domicilio a jubilados en la capital alemana.

El sindicato de trabajadores públicos Verdi argumenta que “para los sanitarios, las condiciones de trabajo no cambiarán después de vacunarse, tendrán que seguir llevando traje protector y mascarilla, y además la vacuna serviría solo para un tiempo, de manera que se convertiría en un procedimiento crónico en su vida laboral, a pesar de lo cual desde el sindicato recomendamos vacunarse, pero en todo caso la decisión debe seguir siendo libre”. Dependiendo de las regiones y de los centros sanitarios, hasta un 60% y un 70% prefiere no ser vacunado. “La mayoría alega información incompleta o incorrecta sobre la vacuna de ARNm”, explica el presidente de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko), Thomas Mertens,

“La disposición del sector es muy irregular. Tenemos instalaciones sanitarias en las que prácticamente el 100% del personal se ha vacunado y otras donde dos tercios la rechazan”, calcula Bernd Meurer, presidente de la Asociación Federal de Proveedores Privados de Servicios Sociales, que recuerda que “ni siquiera está claro si puede infectar o no a otras personas con el virus a pesar de la vacunación”. En el distrito de Bad Tölz-Wolfratshausen, al sur de Múnich, el Josefistift fue el primer hogar de ancianos en recibir vacunas, el pasado 27 de diciembre, 56 de los 95 residentes y 17 de los 95 empleados aceptaron ser vacunados.

Los motivos por los que buena parte del personal sanitario alemán rechaza la vacuna

EFE/ Cati Cladera/Archivo

"La disposición es muy moderada", admite la gerente Bettina Emmrich. "La vacuna aún no está completamente desarrollada, eso es un problema para muchos", trata de explicar, "les doy la libertad de elegir, incluso si trabajan en una residencia de ancianos esa es una decisión personal". “Trato de no influir. Cada uno debe tomar esa decisión por sí mismo”, argumenta Gabi Strauhal, responsable de calidad del centro de demencia AWO, en Wolfratshausen, donde solo la mitad de los residentes han sido vacunados. “Yo me he vacunado porque creo que solo cuando se extienda la vacuna nos libraremos de las restricciones, pero son los familiares de las personas ingresadas las que deben decidir en cada caso y yo intento no influir en esa decisión”.

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