Los verdaderos motivos por los que una enfermera se ha desmayado tras inyectarse la vacuna de la covid-19

El mundo desarrollado empieza a ver el final del túnel ante la crisis del coronavirus, que tanto ha alterado nuestras vidas este 2020, hasta límites que nadie hubiera podido sospechar hace apenas un año. Las vacunas ya están aquí. En Reino Unido han comenzado esta semana, EEUU lo hará el lunes y los países de la UE, previsiblemente, el próximo 27 de diciembre.

Pero esto no significa que la pandemia haya terminado. Como manifestó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, “es el inicio del final de la pandemia”. Y será un camino duro, ya que a los contagios que aún se producirán en los próximos meses (el número dependerá en buena medida de nuestro comportamiento en Navidad), se suman los recelos que entre algunos ciudadanos aún despiertan las primeras vacunas.

De hecho, en Gran Bretaña alertaron que las personas con alergias importantes no debían vacunarse. Algo parecido ha sucedido en las últimas horas en EEUU, donde una enfermera se desmayó en el centro de salud Memorial Hospital de Chattanooga, en Tennessee, tras practicarle la vacuna de Pfizer.

La profesional sanitaria, Dover, perdió momentáneamente el conocimiento ante las cámaras de televisión que captaban el histórico momento, ya que fue de las primeras personas en recibir la vacuna anti-covid.

El motivo del desmayo de la sanitaria tras practicarle la vacuna

Pero el motivo por el que a Dover no le sentó bien la vacuna es por un problema de salud que había tenido previamente, lo que hizo que la reacción fuese agresiva: “Lo siento, me siento algo mareada. Lo siento”, manifestó instantes antes de caer al suelo y quedarse inconsciente.

Las alarmas saltaron en el centro sanitario. Sus compañeros acudieron para socorrerla y reanimarla. Cuando recuperó el conocimiento, Dover explicó que el desmayo es uno de los síntomas que siempre presenta cuando siente algún tipo de dolor: “Esta vez me ha cogido de repente. ¡Ahora me siento bien! Para mí es algo habitual", explicaba la enfermera, que tranquilizaba así a su entorno y también a todos los que se habían puesto la vacuna y lo harán en el futuro.

El médico que secunda la teoría de la enfermera

Para contribuir a aplacar los ánimos, un médico del Memorial Hospital de Chattanooga secundó la explicación de la sanitaria: “Es una reacción que puede ocurrir con mucha frecuencia con cualquier vacuna o inyección".

Para la historia personal de Dover queda esta accidentada experiencia. De treinta años y madre de dos hijos, se ha convertido en una de las primeras ciudadanas estadounidenses en recibir esta vacuna que tan esperanzado nos tiene a todos para recuperar nuestras vidas tras un 2020 para olvidar.