Naciones Unidas pide un alto el fuego en Siria para evitar una “tragedia inminente” por el coronavirus

La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria ha pedido este domingo escuchar la recomendación de Naciones Unidas de llevar a cabo un alto el fuego en Siria y evitar la "tragedia inminente" que supone la llegada del coronavirus al país, después de que se hayan registrado los primeros casos.

"Los civiles sirios enfrentan ahora una amenaza mortal, el brote de coronavirus, que golpeará sin distinción y será devastador para los más vulnerables frente a la ausencia de medidas preventivas urgentes", ha alertado el presidente de la Comisión, Paulo Pinheiro.

Los casi nueve años de guerra en Siria han debilitado gravemente sus sistemas públicos, entre ellos el sanitario, puesto que sólo el 64 por ciento de los hospitales y el 52 por ciento de los centros primarios de salud están en funcionamiento.

A su vez, el 70 por ciento de los profesionales y trabajadores del sector han salido del país huyendo de la guerra, puesto que se han convertido, ha denunciado Naciones Unidas, en objetivos de los diferentes actores del conflicto.

"Cualquier medida que no contemple ese cese de hostilidades condenaría a numerosos civiles a una muerte evitable", ha insistido Pinheiro.

La Comisión ha explicado que ha acogido "con beneplácito" la declaración de las Fuerzas Democráticas Sirias de evitar las acciones militares después de que se anunciaran los primeros casos en el país, que hasta el momento ascienden a nueve.

LEVANTAR LAS SANCIONES

La Comisión ha insistido en llevar a buen puerto las palabras del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres; y de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quienes pidieron levantar, o al menos relajar, las sanciones que han sido impuestas a una serie de países, entre ellos Siria, para que puedan tener acceso a productos básicos, alimentos, medicinas, y material médico de apoyo con el que intentar poner freno a la pandemia global dentro de sus territorios.

"Es urgente una acción conjunta de todos los actores del conflicto en Siria y de la comunidad internacional para evitar una tragedia más", ha rogado la Comisión.

MUJERES Y NIÑOS, LOS MÁS VULNERABLES

La Comisión ha señalado que hay un millón entre mujeres y niños que viven hacinados en tiendas de campañas en insalubres campamentos improvisados a lo largo de la frontera de Siria con Turquía, con "un acceso muy limitado al agua limpia y a instalaciones de saneamiento".

En el resto del país, decenas de miles de personas habitan en tiendas de campaña, mientras que otras permanecen en zonas remotas, sin acceso a cuidados médicos, como las 70.000 del campamento Al Hol, la mayoría mujeres y niños.

"Se debe autorizar que llegue a todas esas personas la ayuda humanitaria, que incluya suministros y apoyo médico, sin recurrir a ninguna consideración política", ha insistido Karen AbuZayd, también integrante del grupo de expertos.