Un sacerdote español explica en COPE la situación de Nicaragua: "Hay persecución contra la libertad religiosa"
El padre Claro Jesús salió de Nicaragua en 2018 por la presión del régimen, un mes antes del estallido de la revolución social que se vivió en abril de ese año
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Padre Claro Jesús, nacido en Olivares, en Sevilla, en 1951. Fue ordenado sacerdote en 1998. Estuvo cinco años ejerciendo el sacerdocio en un pueblo, Corrales, y después se marchó a Nicaragua (2003). Fue por primera vez a Nicaragua en 1990 con un programa de alfabetización. Era maestro, y pidió la excedencia para ir a Nicaragua. Allí se dio cuenta de su verdadera vocación, que era ser sacerdote.
Salió de Nicaragua en 2018 por la presión del régimen, un mes antes del estallido de la revolución social que se vivió en abril de ese año.
Él estaba en Bluefields, que es una ciudad en la costa atlántica. Hay que tener en cuenta que la parte de Nicaragua que da al océano Pacífico es la zona más desarrollada del país, mientras que la que da al océano atlántico está menos desarrollada. Ha estado como misionero, ocho años encargado de formación y el resto del tiempo, en dos parroquias. En 60.000 km2 había treinta sacerdotes.
Era un sacerdote extranjero y comenta que no se podía callar en las homilías. Sentía la necesidad de hablar y denunciar la situación. En el año en que se marcha, entre abril y julio, cuenta que hubo más de 300 muertos matados por la policía y los paramilitares. La Iglesia Católica se posicionó a favor de los estudiantes manifestantes. Una parte de los estudiantes se refugiaban en las iglesias para huir de la policía.
El padre Claro Jesús cuenta que en un primer momento del conflicto la Iglesia hizo de mediadora, sin posicionarse a ningún sitio. El gobierno de Ortega hizo un plan que tocaba las pensiones y el sistema de seguridad social, y los ancianos son los que más sufrieron con la reforma. “Cuando la gente más mayor sale a manifestarse, la policía los reprende, y entonces son los jóvenes los que salen a ayudar”. Las manifestaciones fueron masivas, el 30 de mayo que es el día de las madres, salieron más de 300.000 400.000 personas. “Los cuerpos de seguridad se situaron en lo alto de los estadios y comenzaron a disparar a la cabeza. Murieron 18 personas”.
“La situación después de 4 años sigue siendo terrible”
Han expulsado a las misioneras de la caridad de María Teresa de Calcuta, han sacado a miles de misioneros. Se estima además que se han clausurado más de 1.500 ONG. “Se están lesionando todos los derechos humanos, el primero a la vida, han cerrado emisoras, no hay periódicos que circulen”.
Hay siete candidatos a la presidencia retenidos, encarcelados, para que no haya oposición contra Daniel Ortega, Hay cientos de periodistas que han tenido que salir al exilio para no ser detenidos. “Los que han dado un golpe de estado son ellos, a la constitución”.
El padre Claro Jesús hace hincapié en que tanto la población como la prensa están doblegados por el presidente. “Nadie se atreve a llevar la bandera azul y blanca de Nicaragua y salir solo con ella sin que esté acompañada de la bandera del régimen sandinista es un delito”.
La persecución se extiende a medios de comunicación. En lo que llevamos de agosto se han cerrado 13 emisoras de radio, también se han exiliado a más de 200 periodistas. También se centra con los políticos contrarios a Daniel Ortega, ya que se estima que hay más de 39 presos políticos encarcelados, entre los que destacan siete candidatos a la presidencia de las últimas elecciones.
Ante esta situación, más de 60 organizaciones, congregaciones y asociaciones relacionadas con la Iglesia en todo el mundo, han firmado una carta pidiendo al Papa Francisco que se pronuncie.