El rearme del ejército de Ucrania desde 2014: una estrategia militar con carencias antiaéreas y marítimas
La ocupación de Crimea provocó la creación de una estrategia nacional para organizar y reforzar el ejército
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La frontera de Ucrania cada vez vive una situación más tensa. Putin no parece tener intención de desistir en su intento de invadir Kiev y las tropas rusas continúan amenazando el territorio. Ucrania se ha rearmado, pero el ejército ruso es muy poderoso, por lo que necesitara la ayuda de los países occidentales para poder evitar un ataque armado.
Sin embargo, el posible estallido de una guerra en Ucrania por un intento de invasión rusa no ha cogido por sorpresa a Kiev. El ejército del país se ha preparado desde la ocupación rusa de Crimea en 2014 y la hipotética invasión de Ucrania no será tan sencilla como lo fue ocupar la zona de esta península.
Una ocupación más difícil a la de Crimea
Los especialistas en esta guerra coinciden en algo: esta guerra no será como la invasión de Crimea. El ejército ucraniano no puede competir cara a cara con el ruso, pero en esta ocasión sí podrá plantar una fuerte oposición gracias a la estrategia militar a nivel nacional que desarrolló a partir de 2016 Ucrania, que le ha permitido contar con un gran número de soldados preparados y tecnología moderna.
El ejército está organizado y cuenta con unos 255.000 soldados y 130.000 miembros de la Defensa Territorial profesionales. Pese a ser un país con muchos menos medios que Rusia, Kiev esta recibiendo una gran ayuda de países occidentales desde que Rusia decidió situar sus tropas en la frontera de Ucrania. Oleksii Reznikov, titular de Defensa ucraniano, ha asegurado que países de la OTAN han facilitado tecnologías antitanques como Javelin o antiaéreos como Stringer con Estados Unidos como el país que más ayudas a aportado con más de 1.200 toneladas de recursos de guerra. Desde las autoridades ucranianas aseguran que acumulan en este tipo de armas "más de 1.500 millones de dólares", mientras que durante 2021 solo recibieron 250 millones de dólares.
El Ministerio de Defensa de Ucrania cifra los militares rusos en la frontera en 150.000 soldados. En este sentido, un informe del Centro de Estrategia de Defensa del país considera que este despliegue es "insuficiente" para invadir la totalidad del territorio y que para lograrlo necesitaría "cientos de miles" de soldados más de los que hay en la actualidad. No obstante, desde Estados Unidos alertan que Rusia sí tiene los medios necesarios para realizar una invasión a la totalidad de Ucrania. No solo por el posible despliegue de fuerzas, sino por los batallones tácticos que posee, que se estiman en 125 cuando a principios de febrero eran aproximadamente 60.
El punto débil de la defensa ucraniana está en la defensa aérea y marítima. Kiev está preparada para una guerra terrestre, pero carece de los recursos necesarios antiaéreos y de la marina para poder repeler los ataques que lleguen por esas vías. Pese a que países como Estados Unidos han enviado tecnologías antiaéreas para que Ucrania pueda protegerse, no son suficientes para frenar estas ofensivas, por lo que Putin puede aprovechar esta situación para orientar su estrategia. De hecho, Mykola Sunhurovskyi, ex coronel y director del programa militar del centro Razumkov de Kiev, explica que "Rusia sabe que una invasión en el sentido clásico no sería efectiva, pero puede ocupar algunas áreas en el Este. En Odesa, por ejemplo, lo único que podemos hacer es colocar minas en la costa".
Un rearme que inició tras la invasión de Crimea
El gran problema de lo que ocurrió en Crimea fue que el ejército de Ucrania estaba prácticamente abandonado. La ley del país detallaba que las fuerzas armadas del país debían tener 180.000 soldados y en 2013 solo "tenía una fuerza efectiva de 6.000" militares, asegura Mykola Sunhurovskyi.
El deterioro se vio claramente en 2014 con la guerra de Crimea. Tres años después de la guerra, el propio jefe del estado mayor del ejército ucraniano Víctor Muzhenko, admitió que el ejército estaba "en ruinas" y "totalmente desmoralizado". De hecho, se calcula que cuando se produjo la invasión aproximadamente tres de cada cuatro integrantes del ejército se cambiaron de bando y se unieron a las tropas rusas. En este sentido, Mykola Sunhurovskyi recuerda que esto se produjo porque los líderes del ejército ucraniano eran relativamente afines a Rusia y "Putin siempre ha sabido explotar los puntos débiles del adversario".
La defensa se basó en el gran número de voluntarios que lucharon para defender sus fronteras y la formación de tropas paramilitares. En el conflicto actual, también se han formado grupos de voluntarios para la defensa, pero no es su principal arma. Esta resistencia se financiaba gracias a la iniciativa privada a través de las donaciones o los mismos voluntarios que se equipaban por sus propios medios. De hecho, algunos de los automóviles de guerra fueron construidos a mano por civiles que recolectaban materiales para acorazar los vehículos e incluían armas para defenderse.
Esto ocurrió por un proceso de decadencia militar que se dio desde la independencia de Ucrania en 1991. En el momento de la separación, el ejército del país tenía un gran poderío con 780.000 soldados, 6.500 tanques, 1.100 aviones de combate y demás recursos. Además, era el tercer país en armamento nuclear del mundo al disponer de 1.240 proyectiles y 176 misiles intercontinentales. Tras la independencia, todo este arsenal se fue desintegrando eliminando el armamento nuclear y vendiendo a otros países gran parte de su flota, incluso el único portaaviones que poseía la URSS.
Todo esto hizo que la invasión de Crimea por parte de Rusia fuese relativamente sencilla. Sin embargo, en esta ocasión el ejército de Ucrania se ha rearmado, cuentan también con el apoyo de grupos paramilitares y algunos países como Estados Unidos parecen decididos a frenar a Putin en sus intenciones de invadir Ucrania.