“En Sudán del Sur tiene lugar un genocidio silencioso”

Yudith Pereira, misionera y directora asociada de Solidarity with South Sudan, ha dicho -en declaraciones a COPE- que en Sudán del Sur hay una guerra civil desde 2013 que “se está convirtiendo en un genocidio silencioso”. Asegura que lo que hay en este país africano “no es una guerra tribal, como a veces se dice, sino una lucha por el poder económico y político” que ha dividido la país en dos.

Sudán del Sur se independizó de Sudán en 2011, y el conflicto civil estalló por el choque entre el presidente Salva Kiiir y su vicepresidente Riek Machar, de tribus distintas. Según Pereira, “las tribus no se odian, la gente no se odia, pero como no hay justicia y cualquier cosa queda impune, mucha gente se toma la justicia por su mano”. Explica que el problema es que hay muchos intereses en juego, “la comunidad internacional está vendiendo armas a la vez que ayuda mucho”, lo que es contradictorio. Y -al mismo tiempo- “hay muchas multinacionales sacando recursos económicos, que provechan el caos, y cuanto más caos es más fácil” para ellos conseguir contratos.

Casi la mitad de la población sursudanesa está desplazada dentro o fuera del país. En septiembre había más de 4 millones de personas que habían tenido que abandonar sus casas y huir de la guerra. Ahora son 5,6 millones los que necesitan ayuda de emergencia en esa nación.

Cuenta la misionera que las hambrunas son continuas, “todo el mundo tiene hambre, sólo los que ocupan puestos en el gobierno pueden comer, las escuelas normalmente no funcionan, los salarios están sin pagar desde hace más de un año”.

A su juicio, todos los amagos para llegar a un acuerdo de paz sólo han sido intentos de los líderes militares para repartirse “porcentajes de poder, de país, dinero y recursos”. Por esa razón, opina que es imposible que nada salga adelante.

La directora asociada de Solidarity with South Sudan dice que esta organización da formación a profesores, agricultores, personal sanitario... Aunque cree que quizá el mensaje más importante que transmiten a los ciudadanos de Sudán del Sur es que “es posible vivir juntos, aunque sean de diversos colores, orígenes o edades”.