Trump vuelve a cargar contra exdirector del FBI y le acusa de romper la ley
La investigación busca esclarecer un supuesto plan con intervención del Gobierno ruso para beneficiar en las elecciones al ahora presidente en perjuicio de la demócrata Hillary Clinton
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente estadounidense, Donald Trump, ha vuelto a cargar contra el exdirector del FBI, James Comey, y le acusó de violar la ley al hacer públicos unos polémicos memorandos en los que recogió con todo detalle sus conversaciones con el mandatario. "Los memorandos de James Comey están clasificados, yo no los desclasifiqué. ¡Pertenecen a nuestro gobierno! Por lo tanto, ¡violó la ley!", apuntó Trump en su cuenta de Twitter, dos días después de que el Departamento de Justicia de EE.UU. entregara a los líderes de tres comités de la Cámara de Representantes esas controvertidas notas. Los siete documentos en cuestión, que detallan siete conversaciones entre Trump y Comey, son supuestamente una parte central sobre la investigación de la llamada trama rusa, que tras el despido de Comey pasó a manos del fiscal especial Robert Mueller.
La investigación busca esclarecer un supuesto plan con intervención del Gobierno ruso para beneficiar en las elecciones al ahora presidente en perjuicio de la demócrata Hillary Clinton. Comey, por medio de un amigo, entregó uno de esos memorandos al diario The New York Times para desvelar los supuestos intentos de Trump por cerrar la investigación rusa y provocar el nombramiento, como finalmente ocurrió, de un fiscal especial para garantizar la neutralidad de las pesquisas. En uno de sus tuits de hoy, Trump desmintió la información que aparece en los memorandos de Comey, a quien catalogó de "mentiroso", y dijo que "se inventó totalmente muchas de las cosas" que escribió. En los documentos, hechos públicos por la prensa estadounidense, se repiten los comentarios despectivos de Trump sobre el "nubarrón" de la investigación rusa, así como referencias al supuesto encuentro de Trump con prostitutas en 2013 en Moscú, un incidente recogido en un dossier del exespía británico Christopher Steele.
Ese dossier asegura que Trump pidió a varias prostitutas que orinaran, mientras él miraba, en el colchón de la misma suite presidencial del Hotel Ritz Carlton de Moscú en la que se había hospedado su antecesor, el expresidente Barack Obama, y su esposa, Michelle Obama.
En sus conversaciones con Comey, Trump negó en varias ocasiones lo que él llamaba "la cosa de la lluvia dorada" y llegó a decirle que "lo de las putas no tenía sentido", era parte de las "noticias falsas" y que la primera dama, Melania, estaba bastante molesta por la posibilidad del "uno por ciento" de que fuera cierto.