Venezolanos en España: desilusión y decepción un año después de la proclamación de Guaidó
Aseguran a COPE que la gente en Venezuela está cada vez más preocupada de alimentarse y no tiene tiempo para otras cosas
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“Ha sido del éxtasis a la decepción”, dice Jesús Torres, un venezolano que llegó en 2015 con su esposa y sus dos hijos a España. Explica que cuando Juan Guaidó se proclamó presidente interino de Venezuela hace exactamente un año “fue un entusiasmo brutal, pensar que en nada íbamos a estar de nuevo en democracia”, y reconoce que “el hecho de que Maduro haya terminado 2019 en el poder es frustrante”.
Virginia Linares lleva 19 años lejos de su país, trabaja como profesora universitaria en Madrid y tiene aquí a toda su familia, incluída su abuela que se vino “hace año y medio porque se puso enferma”. El 23 de enero de 2019 “pensamos que en ese momento se podía desatrancar el juego, que podíamos llegar a acuerdos, negociación, y que el régimen cedería de alguna manera el poder absoluto que tiene; pero cuando pensamos que podemos ir a mejor resulta que vamos a peor”, señala esta venezolana. Afirma que “hemos visto que con Rusia y Cuba detrás del régimen de Maduro todavía es mucho más difícil la salida” y que necesitan “seguir manteniendo la presión, sin salirnos del camino democrático”.
Hay quien reprocha a Guaidó que no mantuviera las movilizaciones contra el gobierno chavista. Fabio Pradera -27 años, politólogo- opina que el proclamado presidente interino “no debería haber abandonado la calle como lo hizo, no mantuvo la presión en la calle y se distrajo con un trabajo de relaciones internacionales”.
A juicio de Virginia Linares, Juan Guaidó “pudo haber hecho las cosas de otra manera -ahora lo vemos-, se han cometido muchos errores en la oposición, el propio Guaidó los ha asumido e intenta que este año el camino sea distinto”. Además, ve “normal y absolutamente comprensible que la gente esté desilusionada y desesperanzada, pero con eso no vamos a sacar a Maduro”. Jesús Torres tiene claro que “el apoyo en las calles ha disminuido porque no se ve respuesta a las demandas de los venezolanos”. Y una de las principales razones es que “la gente tiene que comer, tiene que dormir, tiene que vivir, y está tan ocupada buscándose la subsistencia que no tiene tiempo para pensar en otras necesidades que puedan parecer reemplazables, como vivir en democracia”. Coincide con esa idea Fabio, quien afirma que “la gente está un poco cansada; Guaidó era un faro de esperanza muy importante y se ha ido rebajando mucho su poder y su actuación”.