Zelenski advierte de que los ataques aéreos continuarán mientras no haya un documento sobre la tregua
Los rusos han lanzado 200 cohetes "shaheeds" y drones de imitación contra la región de Kirovogrado causando 10 heridos, entre ellos cuatro niños

Bomberos ucranianos intentan sofocar las llamas provocadas por los ataques rusos
Madrid - Publicado el
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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, advierte de que los ataques aéreos contra territorio enemigo continuarán hasta que no se haya concretado un documento sobre la tregua parcial de 30 días que ambos bandos están dispuestos a declarar para poner fin a los ataques contra infraestructuras energéticas.
“Yo no sé qué dice (el presidente ruso, Vladímir) Putin allí”, dijo Zelenski en una rueda de prensa celebrada alrededor de la pasada medianoche, "pero ahora tenemos 107 drones Shahed en el cielo”.
El presidente ucraniano hacía referencia al último ataque ruso con aparatos no tripulados de ataque.
“Por eso yo entiendo que mientras no haya acuerdo, mientras no haya el documento correspondiente sobre el alto el fuego parcial, pienso que habrá ataques”, declaró Zelenski poco después de transmitirle al presidente de EEUU, Donald Trump, que aceptaba la tregua parcial que Washington había acordado antes con Moscú.
No hay descanso durante la madrugada
Ucrania y Rusia siguen atacando objetivos enemigos con drones de larga distancia mientras se concretan los términos del alto el fuego parcial que han accedido a declarar ambas partes.
Según Ucrania, los rusos han lanzado esta pasada madrugada casi 200 "shaheeds" y drones de imitación en un ataque masivo en la región de Kirovogrado que ha causado, al menos, 10 heridos, cuatro de ellos niños, y han dañado viviendas, iglesias e infraestructuras.
Por su parte, Rusia asegura que sus defensas antiaéreas han derribado 132 drones sobre seis regiones del país y Crimea en un nuevo ataque aéreo masivo ucraniano.
Según el parte castrense, 54 de los drones fueron abatidos sobre la región de Sarátov, que en la últimas horas, en palabras de su gobernador, Román Busarguin, sufrió el mayor ataque masivo en poco más tres años de guerra.