Cuánto tendrán que pagar Real Madrid y Barcelona por entrar en la liga de la NBA en Europa: "Pequeña comisión"

La NBA ha confirmado oficialmente su intención de expandirse a Europa con una liga propia. Lo que hace apenas una semana adelantó Miguel Ángel Paniagua en El Partidazo de COPE se ha convertido en una realidad con el anuncio del comisionado Adam Silver. La gran pregunta ahora es cuánto tendrán que pagar clubes históricos como Real Madrid y Barcelona para formar parte de este ambicioso proyecto, que podría redefinir el panorama del baloncesto europeo en los próximos años.

Una liga bajo el paraguas de la NBA

Según detalló Paniagua, la nueva competición no competirá directamente con la NBA estadounidense, sino que será un proyecto conjunto con la FIBA, dejando al margen a la Euroliga, que hasta ahora ha sido la principal competición de clubes en Europa. La intención de la NBA es crear una estructura independiente, similar a la ya existente en África con la Basketball Africa League (BAL), lo que garantizaría una marca fuerte y consolidada.

La liga europea de la NBA contará inicialmente con entre 12 y 16 equipos y se prevé la participación de clubes históricos como Olympiakos, Panathinaikos, Armani Milan y Fenerbahce, además de Real Madrid y Barcelona. La NBA no solo busca sumar a estos equipos consolidados, sino también atraer nuevos mercados estratégicos. Londres y París suenan con fuerza como ciudades candidatas para albergar franquicias de nueva creación.

El propio Silver, en su comparecencia desde Nueva York, destacó que han recibido una respuesta "muy positiva" por parte de equipos europeos, socios mediáticos y agencias de publicidad. Además, subrayó que el baloncesto es el segundo deporte más popular en Europa, pero que todavía existe una gran brecha entre el interés del público y su explotación comercial. Para cerrar esta distancia, la NBA pretende que la nueva liga esté operativa entre 2026 y 2027, un calendario ambicioso que deja poco margen para errores en la planificación y ejecución del proyecto.

"Pequeña comisión"

Uno de los puntos más discutidos ha sido el coste de entrada a la liga. Se han manejado diversas cifras, que oscilan entre los 250 y los 500 millones de euros, pero Paniagua aclaró en COPE que estas cantidades afectarían solo a los equipos de nueva creación o a aquellos que no tengan un historial consolidado en el baloncesto europeo. Real Madrid y Barcelona pagarían una "pequeña comisión" de entrada, ya que su prestigio y trayectoria facilitarían su incorporación sin necesidad de un desembolso tan elevado.

En cambio, otros clubes como los turcos o los posibles equipos en Londres y París sí tendrían que aportar una cantidad mucho mayor para garantizar su plaza en la competición. Esta medida responde a la necesidad de la NBA de contar con inversores sólidos que respalden financieramente el proyecto desde el principio.

El interés de grandes fortunas en esta nueva liga es innegable. Paniagua destacó que inversores multimillonarios, especialmente del Golfo Pérsico, estarían dispuestos a aportar el capital necesario para poner en marcha la competición. Este respaldo financiero aseguraría la estabilidad económica de la liga y permitiría a la NBA establecer bases sólidas para su expansión en el continente.

El objetivo de la NBA es que cada franquicia alcance en pocos años un valor de mercado de 500 millones de euros, lo que haría que la inversión inicial se revalorizara rápidamente. Esto significaría una revolución en el mercado del baloncesto europeo, con un modelo más cercano al de la NBA tradicional, basado en el espectáculo y la rentabilidad económica.

El desembarco de la NBA en Europa cambiará por completo el panorama del baloncesto continental, dejando a la Euroliga en una posición muy delicada. Con una organización más profesionalizada y el respaldo financiero de la NBA, la nueva liga podría convertirse en la referencia absoluta del baloncesto en el Viejo Continente. La Euroliga, que ha sido el torneo de clubes más importante en Europa desde su creación en 2000, podría ver cómo sus principales equipos abandonan la competición para unirse a la NBA Europa, lo que pondría en serio peligro su continuidad.

Aún quedan muchas incógnitas por resolver: ¿Cómo afectará esto a la competición doméstica y al calendario europeo? ¿Qué papel jugará la FIBA en el desarrollo de esta nueva liga? ¿Cómo reaccionará la Euroliga ante este desafío? Habremos de esperar para conocer los próximos movimientos.

Lo que está claro es que la NBA está decidida a conquistar el mercado europeo con su propio torneo. Si el proyecto sigue adelante según lo previsto, podríamos estar ante el mayor cambio en la historia del baloncesto europeo en décadas.