Alto el fuego inestable
Ya puedes escuchar la Línea Editorial de este sábado 22 de febrero

Madrid - Publicado el
1 min lectura
Este sábado está prevista una nueva entrega de rehenes y presos palestinos en cumplimiento del acuerdo de alto el fuego en Gaza. El acuerdo vive momentos muy difíciles después de que Hamas haya vulnerado el derecho internacional en la entrega de los cuerpos de cuatro rehenes. En una aberrante y cruel ceremonia, los islamistas exhibieron los ataúdes como un botín de guerra. La crueldad de Hamas con las víctimas contribuye a fortalecer entre la opinión pública israelí la idea de que la fórmula de Trump de que hay que recolocar a los palestinos de Gaza fuera de su tierra, puede funcionar. La expulsión de los habitantes de Gaza, tan aplaudida por Netanyahu, supondría una operación contraria al derecho internacional y haría imposible una paz duradera. Una nueva diáspora palestina daría más fuerza a Hamas y alentaría el levantamiento de organizaciones islamistas como los Hermanos Musulmanes en todo el mundo árabe.
El problema es que los países árabes no han puesto encima de la mesa un plan alternativo al de Trump. El protagonismo en este momento es de Arabia Saudí que es el único país que puede liderar la recogida de fondos para la reconstrucción. Hacen falta 20.000 millones de dólares para los tres primeros años. Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes pueden asumir este gasto. El reto más radical es quién se hace cargo del Gobierno de Gaza. Hamas está herida pero no derrotada y no va a aceptar hacerse a un lado. La reconstrucción sin acuerdos políticos no proporcionará una solución estable. Trump no ha hecho más que comenzar su mandato y sería útil que abandonara posiciones disparatadas.