La otra cara de los datos del paro

El optimismo del Gobierno a la hora de ofrecer los datos de la economía española es selectivo. Si es cierto que el crecimiento es constante, también lo es que hay problemas estructurales que se están agravando. Uno de ellos es el del empleo. La publicación de los datos del paro del mes pasado, junto con los del desempleo en la Unión Europea, apuntalan el hecho de que se está ralentizando la creación de empleo en nuestro país y de que, en comparación con otras naciones europeas, somos líderes en desempleo femenino y juvenil.

En España, el empleo creció en el pasado mes al menor ritmo de los cinco últimos años, con 8.800 nuevos cotizantes a la Seguridad Social. En el registro oficial hay 2,57 millones de desempleados, sin contar con los datos de los fijos discontinuos. Tenemos datos muy altos de contratos temporales y a tiempo parcial. Las causas que contribuyen a la pérdida de la calidad y consolidación del desempleo son la asfixia fiscal que sufren las empresas y los trabajadores, entre otros factores. Situación que hace que se incremente la contratación a tiempo parcial, que representa un tercio de todos los contratos.

A pesar de nuestro crecimiento, España se mantiene a la cabeza del paro en Europa, con una tasa del 11,3%, mientras que el conjunto de los 27 tiene una tasa del 6,4, un mínimo histórico en la Unión Europea. Para tener una política de empleo eficaz es necesario algo más que la inercia del crecimiento y la mera propaganda.